Guerra civil en Myanmar

El conflicto en Myanmar ha provocado un estado de pobreza y subdesarrollo que se agrava con cada nueva escalada de tensiones y desplazamientos.

Enfermos o heridos, débiles y hambrientos, más de 500.000 personas huyen de la violencia en Myanmar. CC BY-NC-ND / CICR

Enfermos o heridos, débiles y hambrientos, cientos de miles de personas debieron huir de la violencia en Myanmar. CC BY-NC-ND / CICR

El conflicto en Myanmar ha surgido a lo largo de las últimas décadas en diversos focos, pero se concentra principalmente en el estado de Rakhine, en donde la violencia cíclica entre las comunidades ha provocado un estado de pobreza y subdesarrollo que se agrava con cada nueva escalada de las tensiones y los desplazamientos.

Además de la ausencia de orden público, el conflicto en Myanmar (ex Birmania) ha diezmado la posibilidad de garantizar la seguridad alimentaria, los servicios públicos, la asistencia de salud y el respeto de la vida y los bienes de la población civil, protegida por el derecho internacional humanitario (DIH).

Miles de personas todavía cruzan a #Bangladesh cada día. Más de 600.000 fueron desplazadas por la violencia en #Rakhine, #Myanmar. / CICR

La mayoría de las personas que tuvieron que abandonar sus hogares en el último estallido de violencia, en el segundo semestre de 2017, viven en condiciones deplorables: duermen sobre el barro bajo un techo de plástico, ya sea en el vecino país de Bangladesh (la mayoría) o en el estado de Rakhine.

Algunas comienzan a regresar a sus hogares, pero muchas aún tienen miedo.

La ayuda de la Cruz Roja

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja distribuye alimentos y agua para cientos de miles de personas en el norte de Rakhine, incluyendo comunidades aisladas en zonas montañosas de difícil acceso. También ha instalado letrinas y entregado mosquiteros, para mejorar la salubridad de las precarias condiciones de vida de los afectados.

El CICR y la  Cruz Roja de Myanmar "no se quedarán allí solo para la fase de emergencia actual, sino también para la fase de recuperación, de manera que podamos contribuir a los esfuerzos para que los habitantes retomen su vida normal", sostuvo Dominik Stillhart, director general de Actividades Operacionales del CICR.

La asistencia servirá para el corto plazo. Pero tenemos una esperanza a largo plazo: un orden público confiable y una convivencia pacífica, para que los residentes puedan dejar de vivir con miedo.

Dominik Stillhart, CICR