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Ucrania: la importancia vital de aprender sobre los peligros de los artefactos explosivos ante el comienzo del año escolar

ICRC delelgate talking to students seated at desks in a classroom with information about explosive ordanances on a board behind her

En Ucrania, que trágicamente se ha convertido en uno de los países más contaminados por armas en el mundo, el reciente comienzo del nuevo año escolar no se ha enfocado únicamente en lo académico. La presencia permanente de artefactos explosivos, como minas terrestres y restos explosivos de guerra, pone en grave peligro a niños y niñas, y obliga a incorporar la educación sobre seguridad como parte vital del plan de estudios.

Danylo, a ninth-grader from Kyiv, participates in risk awareness and safe behaviour session at school. Anna Bilous/ICRC
Anna Bilous/ICRC

Aprendizajes inesperados para Danylo

Danylo asiste al noveno grado en una escuela en Kiev y es uno de muchos estudiantes que hoy afronta esta nueva realidad. Al reflexionar sobre su experiencia, reconoce los problemas que enfrenta su generación y comenta: “Los momentos difíciles nos hacen más fuertes como personas”. Sin embargo, las interrupciones en la escuela y la necesidad de pasar de la enseñanza presencial al aprendizaje remoto no han aplacado su hambre de conocimiento. Se refugia un poco en sus asignaturas favoritas, en especial Historia, que le sirve como lente para analizar los sucesos actuales.

El conflicto armado lo ha obligado a confrontar una realidad sombría. “Hasta 2022, nunca me habían interesado las armas, pero ahora no tengo opción”, admite. Gracias a las sesiones organizadas por el CICR, Danylo ahora conoce distintos tipos de artefactos explosivos y sabe qué medidas de seguridad tomar al encontrarlos. Así puede reconocer los riesgos en su día a día, en especial, en su casa de verano, que está situada en una zona que podría estar minada.
 

Maksym, a 15-year-old from Kyiv, participates in risk awareness and safe behaviour session at school. Anna Bilous/ICRC
Anna Bilous/ICRC

Un incidente muy cercano a Maksym

Maksym, un estudiante de 15 años de Kiev, tiene una historia similar. Su amor por la educación física y la pesca se vio interrumpido abruptamente una mañana por una fuerte explosión cerca de su escuela. Recuerda: “Era temprano, y yo estaba durmiendo. De pronto, hubo una explosión, y la puerta del balcón se abrió de un golpe”. Las ventanas de la escuela estallaron por la onda expansiva, y debieron cancelar las clases. Maksym y sus amigos querían ayudar a limpiar los destrozos, pero sus docentes no los dejaron por una cuestión de seguridad.

An ICRC officer conducts risk awareness and safe behaviour training session at school. Anna Bilous/ICRC
Anna Bilous/ICRC

Desde la línea del frente de la educación

Yullia, una oficial de terreno de Contaminación por Armas en Kiev, ve de primera mano las repercusiones del conflicto armado en estos jóvenes. “Al trabajar en las escuelas, uno ve el enorme peso que tiene el conflicto armado sobre los estudiantes”, observa. “Los niños y niñas crecen de forma acelerada y comprenden ciertos aspectos de la realidad mejor que los adultos”. Advierte que las respuestas varían según dónde está ubicada la escuela: los niños en zonas más remotas están más dispuestos a compartir sus historias, mientras que en las ciudades tienden a ser más reservados, pero no por eso menos curiosos y atentos.

El CICR ha creado recursos apropiados para niños y niñas pequeños y adolescentes, entre ellos, historietas, que transmiten mensajes de seguridad de una manera más atractiva para su edad.

An ICRC officer conducts risk awareness and safe behaviour training session at school. Anna Bilous/ICRC
Anna Bilous/ICRC

La educación como vía para fomentar la autonomía

Las historias de Danylo y Maksym resaltan la función esencial de la educación para mitigar los riesgos que suponen los artefactos explosivos. El enfoque multidimensional del CICR, que implica una interacción directa con escuelas y liceos, la elaboración de material educativo y la prestación de apoyo institucional, procura generar un entorno más seguro para las comunidades afectadas.

Además, el CICR ofrece capacitaciones periódicas a instituciones como el servicio de emergencia estatal de Ucrania y trabaja en colaboración con la Cruz Roja de Ucrania para difundir información vital sobre los peligros de las minas terrestres y los restos explosivos de guerra dentro de sus comunidades.

De esta manera, los niños y niñas de Ucrania se embarcan en un nuevo año escolar, aun cuando el fantasma del conflicto armado sigue al acecho. Sin embargo, a pesar de las dificultades, también persisten la resiliencia, la esperanza y un esfuerzo colectivo para que el conflicto armado no defina la vida de estos jóvenes.