Los niños sufren inmensamente en el marco del conflicto armado en Sudán del Sur. Aquellos que son reclutados de forma ilegal y utilizados en hostilidades o asociados de alguna manera con fuerzas o grupos armados son particularmente vulnerables: con frecuencia caen prisioneros, son heridos o mueren. También son separados de sus familias y se les niega el acceso a la educación y otros servicios básicos. Megan Rock, asesora en actividades de protección de menores del CICR, visitó hace poco Sudán del Sur y describe el panorama.