Mejorar las condiciones de vida de los detenidos en Irak

03-03-2014 Entrevista

En esta película, acompañamos al personal del CICR en su visita a la cárcel central de Suleymaniya, en el norte de Irak, y explicamos la naturaleza del trabajo que realizan. El CICR realiza actividades en lugares de detención en Irak desde 1980. En 2013, la Institución visitó unas 40.000 personas en 74 lugares de detención para verificar el trato que se les brinda y sus condiciones de vida. Los delegados del CICR que visitan las cárceles de Irak trabajan en estrecha colaboración con las autoridades a fin de mejorar las condiciones de vida de los detenidos. Procuran asegurarse de que se respeten lasgarantías judiciales de los detenidos y facilitan el restablecimiento del contacto entre estos y sus familiares.

 

A continuación, Patrick Youssef, jefe de la delegación del CICR de Irak, ofrece más detalles sobre el objetivo de estas visitas.

Irak: priorizar la visión de los detenidos como seres humanos

 

¿Por qué el CICR visita a detenidos en Irak?

El propósito principal de las visitas del CICR es asegurarse de que todos los detenidos reciban un trato digno y humano. La primera medida para lograrlo es verificar que el trato que reciben los detenidos y sus condiciones de vida se atengan a la legislación iraquí y las normas internacionales. Se comunica a las autoridades iraquíes correspondientes toda deficiencia en ese sentido y se las alienta a tomar las medidas correctivas necesarias.

El CICR puede ayudar a las autoridades a cumplir su responsabilidad de observar las normas establecidas. Esta responsabilidad trasciende la obligación de que los detenidos cuenten con condiciones de alojamiento dignas y una alimentación adecuada, puesto que los detenidos también tienen derecho a recibir atención médica, a mantener el contacto con sus familiares y a que se observen las garantías del debido proceso. Además, su detención debe ser objeto de control judicial. Sin embargo, en situaciones de inestabilidad o de transición puede resultar especialmente difícil dar cumplimiento a todos estos requisitos.

¿A quiénes visitan los colaboradores del CICR? A menudo se acusa al CICR de centrarse en terroristas o en  otros criminales.

El CICR realiza sus actividades en materia de detención de la misma manera que el resto de sus actividades. Todo se inicia con una evaluación imparcial de las necesidades humanitarias. Durante las visitas, el CICR trata a todos los detenidos por igual, sobre la base de una absoluta neutralidad e imparcialidad, independientemente de cualquier consideración política, y sin hacer distinciones por razones de ideología, religión u origen étnico.

El objetivo principal de nuestras actividades para mejorar las condiciones de detención son los propios detenidos, en su calidad de seres humanos. No tomamos en consideración los motivos de su arresto o la sentencia que pueda recaer sobre ellos. Las visitas que realiza el CICR a los detenidos no les confieren ninguna condición jurídica especial y no apuntan a lograr la liberación de persona alguna, salvo en casos muy excepcionales y por razones humanitarias. El CICR ha venido prestando asistencia a las víctimas de conflictos y de otras situaciones de violencia en Irak durante los últimos 32 años, y seguirá haciéndolo.

¿Dónde visita el CICR a los detenidos?

En la actualidad, los delegados del CICR realizan visitas periódicas en más de un centenar de lugares de detención de todo el país, sujetos a la autoridad del Gobierno Federal o del Gobierno Regional de Kurdistán. La mayor parte de esos  lugares de detención son cárceles, donde los detenidos cumplen sus condenas o aguardan la prosecución del juicio, o centros de interrogación, a donde se remite a los detenidos tras su detención, mientras  se determinan los cargos en su contra. Las diferentes problemáticas que surgen en estos dos tipos de lugares se comunican en el diálogo confidencial que los delegados del CICR mantienen con las autoridades correspondientes. La capacidad del CICR de repetir las visitas es muy valiosa. La Institución depende de las autoridades para acceder a esos sitios, y siempre está dispuesta a ampliar sus visitas, de ser necesario.

¿Cómo se llevan a cabo las visitas?

El CICR utiliza una modalidad estándar para realizar sus visitas en todos los países. Comienza con una reunión con el director del lugar de detención y, en ocasiones, con los miembros de su personal, para intercambiar ideas sobre el objetivo de la visita y la situación actual desde el punto de vista las autoridades. En ese diálogo, se analizan datos administrativos, como el número de detenidos y otras cuestiones que las autoridades deseen señalar a la atención del CICR. Dado que Irak se encuentra en una situación muy volátil, suele suceder que los cambios en la situación general del país repercutan en los lugares de detención. Por ello, sigue siendo de suma importancia mantener estas reuniones con los directores de los lugares de detención, ya que ofrecen la oportunidad de hacer un balance de esos cambios.

Tras esas reuniones, se realiza un recorrido por las instalaciones que, por supuesto, incluye las celdas, pero también otras áreas, como la cocina y la enfermería, si es que se dispone de una. Luego, se realiza una evaluación más minuciosa de las celdas en sí y se mantienen reuniones con los detenidos, ya sea en grupos o de forma individual. En la medida de lo posible, estas reuniones se realizan en privado, no solo con el fin de que los detenidos se sientan cómodos, sino también para corroborar las denuncias que puedan haberse formularse. Las visitas finalizan con una nueva reunión con las autoridades, en la que los delegados del CICR exponen sus conclusiones, en forma directa y confidencial.

¿Por qué no ha habido ninguna reacción por parte del CICR en relación con los informes dados a conocer por los medios de comunicación acerca de los condiciones imperantes en las cárceles iraquíes?

En beneficio de los detenidos, el CICR mantiene un diálogo constructivo con las autoridades correspondientes, y comunica sus conclusiones solo a ellas, en un marco de estricta confidencialidad. Dar a conocer públicamente alguna de las preocupaciones que pudiéramos tener podría atentar contra la posibilidad de acceder a las personas que tratamos de ayudar. El CICR realiza declaraciones públicas únicamente como último recurso, cuando haya fracasado toda otra forma de conseguir sus objetivos. No podría crearse ninguna relación de confianza entre nuestra Institución y las autoridades, si hiciésemos declaraciones públicas acerca de lo que hemos visto u oído en cada visita a un lugar de detención. Gracias a los lazos de confianza establecidos, se nos permite efectuar nuestras visitas periódicas, de conformidad con nuestros procedimientos de trabajo habituales.

El CICR no solo entabla el diálogo con las personas que están directamente a cargo de los lugares de detención o con otras autoridades de detención, sino que también mantiene conversaciones periódicas con muchas otras personas con competencia para contribuir a mejorar una determinada situación, por ejemplo, miembros del poder judicial, comandantes de las fuerzas de seguridad, etc.

En su opinión, ¿cuál ha sido el efecto positivo más importante de las visitas del CICR a lugares de detención en Irak?

Resulta difícil señalar un solo aspecto, ya que las actividades en materia de detención producen resultados solo de forma gradual, a partir de numerosos  pequeños cambios que se van produciendo. Según nuestra experiencia, no solo en Irak sino en otros países también, los intercambios de ideas en forma transparente y durante un largo período de tiempo sobre cuestiones relacionadas con la detención han sido la manera más eficaz de lograr resultados positivos. Estos pueden materializarse en acciones directas para satisfacer necesidades concretas de un detenido, la adopción de nuevas normas por parte de las autoridades, cambios en el comportamiento del personal de los centros penitenciarios, o incluso mejoras en las condiciones de vida de los familiares de los detenidos o de otras personas que no se encuentran en prisión. En última instancia, este tipo de cambios positivos se producen cuando las autoridades observan de manera más estricta las obligaciones que pesan sobre ellas en relación con los detenidos.

Por supuesto, somos conscientes de que puede resultar frustrante si no se producen cambios visibles de inmediato. Créame, no solo resulta frustrante para los detenidos o sus familiares, sino también para nuestros delegados.