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Conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania: el CICR presta ayuda vital a civiles

En medio de una emergencia, la entrega de dinero suele ser la mejor manera de prestar ayuda. Mientras haya mercados en funcionamiento y se pueda acceder a ellos, el dinero permite que las personas decidan por sí mismas qué es lo que más necesitan. Así, pueden recuperar la sensación de autonomía y dignidad ante una situación de pérdida casi total.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) recurre a la asistencia en forma de dinero en efectivo y vales para ayudar a personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia a satisfacer sus necesidades más urgentes, así como para apoyar su recuperación a largo plazo.

Desde febrero de 2022, el CICR ha ayudado a personas afectadas por el conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania a reconstruir su vida mediante su programa de asistencia en efectivo. Algunos civiles que quedaron en medio de las hostilidades narraron su historia de resiliencia a nuestro equipo.

La historia de Stepan

A Stepan le encanta dibujar desde que era pequeño. En la escuela, solía aprovechar los recreos para divertir a sus compañeros con sus caricaturas. En 2004, vendió su primer cuadro y, desde entonces, la obra de Stepan se popularizó mucho más allá de los confines de su pueblo natal, Yavkino, en Ucrania.

A fines de marzo, quedó atrapado en un ataque en el que tres civiles murieron y más de una decena resultaron heridos. Stepan también recibió el impacto de varios fragmentos y uno de ellos le atravesó la pierna. Aquel amor de la niñez, el arte, funcionó como mecanismo de defensa para afrontar los desafíos que vivió en estos meses.

Sin embargo, la herida le ha afectado la capacidad de ganarse el sustento. Nuestro equipo le brindó ayuda económica, para que Stepan pudiera recuperar cierta normalidad con sus pinturas.

Pintor en acción

Yevgen NOSENKO/ICRC

Fotos documentales de Stepan Hryhorovych, pintor apasionado que sigue creando a pesar del conflicto que tiene lugar en las cercanías. El CICR le dio ayuda financiera.

Yevgen NOSENKO/ICRC
Yevgen NOSENKO/ICRC

La historia de Svitlana

Desde marzo, Svitlana, de 75 años, ha guardado comida y otros artículos para emergencias en el sótano de su casa. En un momento, ella y su hija tuvieron que vivir una semana en el sótano debido a la intensidad de los bombardeos. Las dos resultaron ilesas, pero la casa sufrió daños considerables.

Se acerca el invierno y Svitlana destinará nuestra asistencia en efectivo a comprar leña y reparar las ventanas rotas por los proyectiles de mortero. Nos contó que, de otro modo, no podría sobrevivir el invierno.

Aun así, Svitlana reconoce que está lejos de ser la más afectada del pueblo.

Yevgen NOSENKO/ICRC

Svitlana se deshace en elogios para la comunidad local, que le llevó leña en marzo, cuando arreciaba el frío. Dice que la asistencia humanitaria en forma de efectivo también le permitirá comprar alimentos.

Estas ayudas se entregaron en el marco de un programa que ofrece asistencia en efectivo a 300.000 personas.

Svitlana, que en septiembre de 2022 se reunió con el director general del CICR, Robert Mardini, en el pueblo de Nova Buda (región de Kiev), es una de los millones de personas que necesitan asistencia humanitaria. El tiempo frío se aproxima y hay mucho por hacer para que los pobladores estén lo más preparados posible.

Además de asistencia en efectivo, el CICR ha ofrecido asistencia médica vital a personas heridas y a otras que huían de los enfrentamientos.

Yevgen NOSENKO/ICRC

La historia de Vira

"Podría haber muerto en cualquier momento. Unos seis misiles explotaron en mi patio. Pero jamás se me pasó por la cabeza dejar a mi gente."

Durante siete meses, Vira, enfermera del hospital de su comunidad, ofreció ayuda médica a los vecinos de Vysokopillia, en la región de Jersón.

Yevgen NOSENKO/ICRC

Hasta que la línea de frente se desplazó a otro lugar, la situación era intensa.

Tan intensa, que el hospital de Vysokopillia quedó muy deteriorado.

Día tras día, Vira realizó su trabajo yendo de una casa a otra durante los bombardeos.

En octubre, logramos llegar a su comunidad por primera vez. Nuestro equipo llevó medicamentos esenciales, material de vendaje, alimentos y kits de higiene.