COVID-19: la pandemia mundial puede aumentar los niveles de estrés de manera exponencial
Sabemos que esta pandemia está causando ansiedad, angustia y preocupación por diversos motivos, como: el temor a contraer el virus y a que la familia se enferme, el estrés y la ansiedad relacionados con medidas de aislamiento y con la cuarentena, la angustia por separarse de familiares y el temor por los efectos a largo plazo del freno de la economía a nivel mundial. En las zonas de guerra y en las comunidades afectadas por la violencia, muchas personas ya están atravesando un gran estrés psicológico.
Incluso durante un conflicto o una pandemia. pic.twitter.com/yCQkUQbIZc
— CICR (@CICR_es) May 7, 2020
Al CICR le preocupa que esta pandemia mundial pueda aumentar los niveles de estrés de manera exponencial.
El apoyo a la salud mental es un componente central de la respuesta de asistencia sanitaria que da el CICR a la pandemia de COVID-19. Además de adaptar las actividades actuales para continuar con las actividades de salud mental y de apoyo psicosocial existentes, el CICR brinda apoyo específico para hacer frente a la pandemia a través de la participación comunitaria, la distribución de material sobre cómo lidiar con el estrés, la ansiedad y el estigma, y el apoyo psicológico y técnico remoto a voluntarios, personal y trabajadores en la primera línea de la respuesta a la pandemia.
Hay una gran cantidad de personas y de comunidades particularmente vulnerables al impacto psicológico y psicosocial de la pandemia, y a las medidas de salud pública excepcionales que fueron implementadas para contener su propagación:
- Las personas con condiciones de salud mental preexistentes pueden sufrir un aumento de la angustia psicológica y de los síntomas traumáticos si están aisladas, su tratamiento puede verse interrumpido y sus cuidadores pueden verse sometidos a una exigencia adicional.
- Los adultos mayores, especialmente los que están aislados y los que sufren de demencia o deterioro cognitivo, pueden sentirse más nerviosos, enfadados, estresados, perturbados y retraídos durante el brote o la cuarentena. Necesitan apoyo emocional y práctico a través de las redes informales (familiares) y de los profesionales de la salud. Las personas que tienen dificultades para cuidarse a sí mismas.
- Es probable que las personas que están en peligro de sufrir violencia sexual y por motivos de género tengan mayor nivel de estrés, ya que el aislamiento puede aumentar el peligro y tal vez no puedan buscar ayuda. La prestación continua de servicios a los/las sobrevivientes y su acceso a ellos deben ser una prioridad.
- Los niños pueden sentir temor y tristeza. Necesitan expresar y comunicar sus sentimientos en un entorno seguro y de apoyo, y tener rutinas familiares o nuevas rutinas, como participar en actividades apropiadas para su edad, jugar y socializar con los demás, aunque solo sea dentro de la familia. Los niños deben estar cerca de sus padres y familiares, si se consideran seguros, o en contacto frecuente con ellos.
Pueden buscar más apego y requerir mayor atención de los padres, y pueden tener inquietudes y sentirse nerviosos. Se los debe ayudar a comprender la COVID-19 de forma honesta y apropiada para su edad. El contagio, el sometimiento a aislamiento o el fallecimiento de los cuidadores podría provocar problemas psicológicos y de protección en los niños. - Durante esta pandemia, el personal de asistencia sanitaria se enfrenta a dificultades sin precedentes y circunstancias inéditas. Es probable que muchos de ellos sientan presión y estrés, y estén preocupados por la transmisión de la enfermedad a sus familiares.
- Las personas que afrontan un estigma relacionado con sus condiciones de salud mental pueden ser reacias a buscar apoyo tanto para la COVID-19 como para sus condiciones. Sin embargo, necesitan apoyo, en especial, de los trabajadores sanitarios.
Información adicional (en inglés):
Consideraciones psicosociales y de salud mental de la OMS durante el brote de COVID-19