La siguiente declaración conjunta puede atribuirse a los presidentes tanto de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja como del Comité Internacional de la Cruz Roja antes de la cumbre COP26, en el marco de la última jornada de la Cumbre del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sobre pandemias, cambio climático y acción local:
En la actualidad, la pandemia de COVID-19 y la crisis climática inciden en todos los aspectos de nuestra vida y de la sociedad en que vivimos, incluidos el bienestar físico y mental, los medios de subsistencia y la economía de cada uno de nosotros. Las personas más pobres y vulnerables, que son quienes menos contribuyeron a la crisis climática, son las más afectadas.
Durante el período previo a la cumbre COP26, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja insta a los dirigentes mundiales a que actúen ahora para lograr reducciones rápidas y drásticas de las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, a que aborden de manera apremiante los efectos existentes e inminentes del cambio climático en el ámbito humanitario a partir de las lecciones aprendidas de la crisis por COVID-19.
En todo el mundo, las comunidades pobres y vulnerables enfrentan numerosas crisis simultáneamente. Los efectos en capa de los fenómenos meteorológicos extremos, la inseguridad alimentaria, la COVID-19 y los conflictos armados son una amenaza para millones de vidas y generan necesidades humanitarias sin precedentes.
El cambio climático actúa como multiplicador de riesgos y acarrea efectos cada vez más devastadores. Desde que comenzó la pandemia, los desastres asociados al clima afectaron gravemente la vida de al menos 139 millones de personas. De los 25 países más vulnerables al cambio climático, hay 14 que, además, están sumidos en conflictos armados. No obstante, esas mismas comunidades y países se encuentran entre los más desatendidos por las finanzas del clima. Esa realidad debe cambiar.