Desarticular discursos dañinos para la labor del CICR en Israel y el territorio palestino ocupado

A raíz de la escalada de la violencia en Israel y en los territorios palestinos ocupados de Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén oriental, ha habido una proliferación de discursos deshumanizantes e información falsa y engañosa sobre el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y sobre nuestra labor en el marco del conflicto armado actual. Dadas las consecuencias concretas que esto puede tener tanto para las personas como para los actores humanitarios, queremos abordar con toda claridad los principales discursos perjudiciales que circulan sobre el CICR y nuestro personal.
Las campañas de información dañina ponen en peligro directo a quienes necesitan ayuda y a quienes intentan brindársela. Instamos a todos los actores influyentes a que no recurran a estas prácticas ni las respalden, y a que promuevan un entorno informativo en el que se respeten la dignidad y la seguridad de las personas, la acción humanitaria y el derecho internacional humanitario.
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No. El CICR es una organización humanitaria neutral que no participa en política. Nuestro interés es puramente humanitario: queremos salvar vidas y reducir o evitar el sufrimiento de las personas atrapadas en conflictos armados.
Para poder funcionar en zonas de conflicto, el CICR genera un marco de confianza por medio del diálogo confidencial con todas las partes, con el objetivo de aliviar el sufrimiento de las personas afectadas. Eso nos permite realizar una parte vital de nuestro trabajo: recordarles a las partes beligerantes sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario —cosa que hacemos también públicamente— y plantear, en forma directa y franca, nuestras inquietudes en relación con la conducción de las hostilidades. El contenido de estas conversaciones es confidencial, por lo que no se da a conocer.
Si señaláramos públicamente a alguna de las partes o reveláramos el contenido de nuestras conversaciones confidenciales, nos expondríamos a perder la confianza de las partes, junto con la crucial posibilidad de conversar con ellas sobre la necesidad de proteger a la población civil durante las hostilidades. También pondríamos en riesgo nuestra capacidad de prestar asistencia vital a la población afectada.
Algunas personas pueden considerar que no nos manifestamos lo suficiente. Sin embargo, por nuestras décadas de experiencia, creemos que el enfoque más eficaz para nosotros es trabajar en contacto discreto y constante con aquellos sobre quienes queremos ejercer influencia.
Somos plenamente conscientes de que no siempre es fácil entender nuestra neutralidad y nuestros principios. Sin embargo, nuestra neutralidad e imparcialidad son cruciales para que podamos trabajar en cualquier contexto. Seguimos haciendo esfuerzos por informar a las personas, entre ellas las partes en conflictos, sobre lo que puede y lo que no puede hacer el CICR en virtud de su cometido y sus principios. Para más información sobre por qué “guardamos silencio”, recomendamos ver este breve video.
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Durante la entrega de rehenes, el CICR se centra en garantizar un paso seguro y en brindar apoyo logístico y médico. En todo momento, el personal del CICR hace todo lo que está a su alcance para proteger la dignidad de quienes están siendo liberados, pero hay muchos aspectos y parámetros que no podemos controlar, y es importante que las personas estén al tanto de las trabas que encontramos en estas operaciones.
En este tipo de situaciones, es crucial mantener la neutralidad para poder desempeñarnos en entornos complejos y volátiles. La interferencia con el personal de seguridad armado podría poner en riesgo la seguridad del personal del CICR y, en el peor de los casos, de los rehenes.
Las circunstancias específicas pueden variar mucho, y las dificultades como las grandes multitudes o acciones imprevisibles por parte de grupos armados limitan la capacidad del CICR de gestionar el proceso con total control de la situación. Las partes en el acuerdo son responsables de la seguridad y la protección en las operaciones de transferencia de personas. Nuestra prioridad es y siempre será la liberación y transferencia segura y efectiva a las autoridades pertinentes y a los familiares y seres queridos.
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Reducir nuestra labor a un mero servicio de transporte no hace justicia a todo lo que hacemos. Cuando trasladamos a las personas afectadas por conflictos armados nunca es solo una cuestión de llevarlas de un lugar a otro.
Nuestra participación en las transferencias de rehenes responde a una honda compasión y empatía por las personas afectadas por conflictos armados. La neutralidad por la que nos regimos es lo que nos permite transferir rehenes y detenidos de manera segura, protegiéndolos durante momentos delicados de ese proceso. Los rehenes liberados reciben primeros auxilios y apoyo emocional, ya que vienen de padecer un trauma.
Gracias a la confianza que las autoridades israelíes y Hamas depositan en nosotros podemos trabajar con todos los actores pertinentes a fin de llevar adelante estas delicadas operaciones.
Esta confianza, y nuestro enfoque cuidadoso y basado en principios, posibilitan el trato humano de las personas durante las operaciones de liberación y transferencia.
Realizamos nuestra labor en virtud de principios estrictos de neutralidad, imparcialidad e independencia, lo que nos permite trabajar con todas las partes en conflictos armados.
Puede parecer sencillo, pero las tareas que se realizan “detrás de escena” —negociación de acceso, verificación de la seguridad, coordinación con todas las partes— son increíblemente complejas y a menudo pueden llevar meses o años. En cada etapa se trata de proteger la vida, no solo de ofrecer un servicio de transporte.
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En este tipo de intercambios, el CICR actúa como intermediario neutral al facilitar la transferencia segura y humana de personas entre las partes. Las demoras en las liberaciones de detenidos pueden ocurrir por distintos motivos logísticos o administrativos, y atribuir este tipo de retrasos a acciones intencionales del CICR es categóricamente falso.
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Hemos solicitado constantemente el acceso inmediato a los rehenes para verificar su bienestar, facilitar la comunicación con sus familiares y analizar sus condiciones en virtud del derecho internacional humanitario. Hemos hecho solicitudes públicas y directas a las autoridades correspondientes.
Para garantizar el acceso es necesaria la cooperación de todas las partes pertinentes. Si alguna de las partes en el conflicto obstruye o deniega el acceso, no podemos imponer nuestra presencia sin hacer peligrar nuestros principios de neutralidad, imparcialidad e independencia. De hacerlo, también los rehenes quedarían expuestos a más peligros. La falta de acceso, agravada por las hostilidades en curso y los riesgos de seguridad, pone de relieve lo increíblemente complejo y delicado que es acceder a rehenes en una zona de conflicto activo.
No es nuestra intención atribuirnos ningún mérito. Nada más solicitamos el espacio humanitario para que un intermediario neutral pueda realizar su labor humanitaria.
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Desde el 7 de octubre de 2023, el CICR no ha podido visitar a ningún palestino detenido en centros de detención israelíes.
Estamos trabajando activamente con las autoridades competentes como parte del diálogo bilateral y confidencial que nos caracteriza para que el CICR vuelva a recibir información acerca del paradero de miles de palestinos retenidos en lugares de detención israelíes, retome las visitas a los detenidos y restablezca el contacto entre estos y sus familiares. Asimismo, hemos solicitado reiteradamente que los detenidos reciban un trato humano y se les permita comunicarse con sus familiares.
La organización está preparada para reanudar las visitas a los centros de detención cuanto antes, para continuar supervisando el trato que se da a los detenidos y las condiciones de detención en todas las instalaciones correspondientes. Esto continúa siendo una prioridad para el CICR en Israel y los territorios ocupados.
A la fecha, hemos interactuado con más de 1.250 detenidos liberados —en entrevistas grupales o individuales— para reunir información sobre su trato y condiciones de detención, hemos informado acerca de estas interacciones a las autoridades pertinentes, y hemos facilitado la reunión con sus familiares de 154 palestinos que estaban en lugares de detención israelíes.
La organización tiene una larga trayectoria en la realización de visitas a centros de detención en todo el mundo. Nuestra acción en favor de las personas detenidas y sus familiares se mantiene como siempre.
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Nunca. El CICR niega rotundamente toda acusación de espionaje. Tenemos el compromiso de mantener nuestros principios humanitarios y éticos en todas nuestras actividades. Estas acusaciones falsas ponen en riesgo la seguridad de nuestro personal y dificultan la llegada de ayuda humanitaria a quienes la necesitan. El diálogo confidencial que mantiene el CICR con todas las partes en conflicto es determinante para que podamos realizar una parte vital de nuestro trabajo: recordar a las partes las obligaciones que tienen conforme al derecho internacional humanitario y plantear nuestras preocupaciones relativas a la conducción de las hostilidades.
Este diálogo con las partes en conflicto nos permite interceder de manera discreta y continua en favor de la protección de las personas civiles durante las hostilidades. Es una labor cuya finalidad es salvar vidas, y eso no debe confundirse.
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Durante el conflicto, el CICR recibió varios pedidos para evacuar hospitales en el norte de Gaza. Sin embargo, dadas las condiciones de seguridad extremadamente difíciles en la zona, los bloqueos de caminos y la inestabilidad de la comunicación, no pudimos acceder de forma segura y regular y, en consecuencia, no participamos en muchas de las evacuaciones.
Recién hace poco el CICR —junto con la Media Luna Roja Palestina— ha podido realizar transferencias por motivos médicos de pequeñas cantidades de pacientes y otros tantos que necesitaban atención especializada desde hospitales que ya no podían brindar la atención adecuada a otras instalaciones médicas.
Es inaceptable que las personas civiles, incluidos bebés y niños, paguen un costo tan terrible en este conflicto.
El CICR ha subrayado una y otra vez la necesidad de tener acceso humanitario seguro a todas partes en Gaza, incluido el norte. El CICR está preparado para cumplir su papel de intermediario neutral en conflictos armados y tiene la firme determinación de prestar apoyo para evacuar a los enfermos y los heridos. Reiteramos nuestro pedido de que se garanticen las condiciones necesarias para que podamos cumplir con esa labor. Solo las partes en conflicto pueden garantizarlo.
Si no hay un acuerdo previo, las evacuaciones pueden poner en peligro más vidas, incluidas vidas de civiles. El CICR ha reiterado en varias oportunidades que, siguiendo las órdenes de evacuación, debe hacerse todo lo necesario para preservar la vida de las personas civiles, y para que puedan satisfacer sus necesidades básicas como alimento, agua y atención de salud. El CICR ha continuado siendo operacional en Gaza, a pesar de que a veces a decidido implementar medidas adicionales de seguridad y protección para su personal.
Las partes en el conflicto deben cumplir con sus responsabilidades de proteger a los heridos y enfermos, y al personal sanitario que los atiende.
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Los equipos del CICR se encuentran trabajando en Gaza y allí seguirán. No tenemos ninguna intención de irnos de Gaza. De hecho, estamos ampliando la capacidad de nuestros equipos en el terreno. El CICR tiene más de 130 miembros del personal en Gaza, que han estado trabajando sin descanso desde que comenzó la escalada del conflicto armado para brindar la asistencia que tanto se necesita.
Además, estamos incorporando nuevo personal experto —que incluye especialistas médicos, quirúrgicos y en contaminación por armas— para aumentar la capacidad del CICR de seguir brindando apoyo a los hospitales y realizar cirugías vitales, dar asistencia a personas desesperadas por conseguir agua potable y facilitar futuras reuniones de rehenes liberados con sus familiares. Más recientemente, el CICR ha facilitado la vacunación contra la polio de más de 1.100 niños en el hospital de campaña de la Cruz Roja en Rafah. Para obtener más información sobre nuestras actividades en materia de salud en Gaza, puede consultar los recientes Hechos y cifras:hospital de campaña de la Cruz Roja en Rafah, Franja de Gaza (en inglés).
Las decisiones sobre el ingreso de suministros y de personal del CICR a Gaza se basan exclusivamente en necesidades humanitarias. Este acceso es resultado del diálogo constante y regular que mantenemos con las autoridades competentes, en nuestra calidad de organización neutral, imparcial e independiente.
Los equipos y la asistencia humanitaria esencial que llegan a la zona brindan cierto alivio, pero no es suficiente. Instamos a las partes en conflicto a habilitar el paso rápido y sin trabas de la ayuda humanitaria, conforme a lo establecido por el derecho internacional humanitario. Se necesita con desesperación la provisión sostenida de asistencia y personal humanitarios en toda Gaza.
Desde 1967, el CICR está operacionalmente activo en Israel y los territorios ocupados con oficinas en Tel Aviv, Gaza y Cisjordania, así como en Jerusalén oriental. Para obtener más información sobre nuestras actividades recientes, puede consultar los hechos y cifras clave del 7 de octubre de 2023 al 31 de octubre de 2024 (en inglés).
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A partir del inicio de los ataques del 7 de octubre de 2023, hemos instado incansablemente a que se libere a los rehenes sin condiciones y de manera prioritaria, a la vez que hemos manifestado la urgencia de tener acceso a ellos y poder brindarles atención médica.
Los familiares de los rehenes llevan más de un año viviendo una pesadilla. Hay hijos, hijas, cónyuges, padres y madres que han esperado con ansias novedades de sus seres queridos. Nos hemos reunido con familiares de los rehenes que, por supuesto, quieren hacer todo lo posible para que sus seres queridos puedan continuar sus tratamientos médicos. Les decimos que queremos entregar los medicamentos y transmitir noticias de los familiares a los rehenes siempre que tengamos acceso seguro.
Si no lo tenemos, dialogamos con las partes para encontrar otras maneras de que los rehenes reciban los medicamentos que necesitan.
Para obtener más información sobre las últimas declaraciones, puede visitar nuestro sitio web o consultar las Preguntas frecuentes sobre la labor del CICR y los rehenes cautivos en Gaza así como la Información para personas afectadas por el conflicto armado en Israel (en inglés). -
El CICR no autorizó a nadie que llevara banderas de Hamás a subir a nuestros autobuses en Ramala, pero tampoco teníamos la capacidad de evitarlo.
A nivel mundial, el CICR facilita con frecuencia la transferencia de personas detenidas y rehenes, en su calidad de intermediario neutral. Esto significa que ayudamos a implementar un acuerdo de liberación definido por las partes. Una vez que se llega a un acuerdo, nuestra función es recibir a los detenidos o rehenes y llevarlos de forma segura a una ubicación acordada previamente por ambas partes.
En este tipo de operaciones, es esencial garantizar la seguridad y protección de todas las personas, incluido nuestro propio equipo, para que la liberación se realice con éxito. Recordamos a todas las partes, incluidos los familiares de las personas capturadas, que deben respetar nuestro papel de intermediario neutral.
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En el CICR, rechazamos rotundamente el antisemitismo en todas sus formas. El odio, la discriminación y la violencia dirigidos contra personas o comunidades judías son intolerables y deben rebatirse cada vez que surjan. La dignidad, seguridad y humanidad de todas las personas deben respetarse y protegerse, y mantenemos nuestro firme compromiso de fomentar el entendimiento y la inclusión. El antisemitismo no es bienvenido en nuestras sociedades, y nos solidarizamos con todos los que trabajan por su erradicación.
Los empleados del CICR se rigen por un estricto Código de conducta que establece con claridad el deber de respetar la dignidad de todos los seres humanos. Esta obligación es el fundamento de una prohibición estricta de todos los tipos de conductas discriminatorias como el antisemitismo. Todos los empleados reciben formación obligatoria sobre el Código de conducta del CICR. El incumplimiento de sus disposiciones puede derivar en investigaciones disciplinarias formales, sanciones e incluso despidos.
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Durante la Segunda Guerra Mundial, el CICR ayudó activamente a los prisioneros de guerra: facilitó la comunicación con sus familiares y supervisó las condiciones en los lugares de internamiento. Sin embargo, su cometido en aquel entonces no abarcaba explícitamente a personas civiles a menos que los Gobiernos lo autorizaran.
El CICR no se manifestó y, lo que es más grave, no intercedió en favor de los millones de personas que sufrieron y perdieron la vida en los campos de exterminio, en especial de la población judía, que fue perseguida y asesinada durante el régimen nazi. El CICR ha expresado públicamente su profundo arrepentimiento y ha descrito este hecho como "el mayor fracaso en su historia". Asimismo, ha admitido plenamente su debilidad y falta de valor para enfrentarse a los horrores de la persecución y el genocidio por parte del nazismo.
Honrar la memoria de las víctimas y sobrevivientes del Holocausto exige más que meras palabras; requiere acciones implacables para construir un mundo en el que la dignidad y la humanidad de todas las personas no solo re reconozcan, sino que se defiendan con determinación y valentía, sin excepciones.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se adoptaron varias medidas para mejorar la protección de las personas civiles y prevenir atrocidades como las ocurridas en ese contexto. Son aprendizajes que nos dejó el inmenso sufrimiento humano de la guerra y el Holocausto. Primero y principal, la ampliación del derecho internacional humanitario (DIH) con el cuarto Convenio de Ginebra de 1949 se ocupó específicamente de las personas civiles en tiempo de conflicto armado al reconocer plenamente las vulnerabilidades que padecen.
El CICR redobló sus esfuerzos para fomentar la rendición de cuentas mediante la interacción con Gobiernos, fuerzas armadas y público general, ofreciendo formación sobre DIH y haciendo hincapié en la importancia de que las partes en un conflicto armado se adhirieran a él a fin de prevenir genocidios y otras atrocidades.
Mediante el fortalecimiento de sus operaciones en el terreno y la ampliación de su presencia a escala mundial, el CICR se ha esforzado por responder de manera más efectiva a los conflictos emergentes y ha desarrollado mecanismos para prestar asistencia humanitaria, proteger a la población civil, interactuar con actores armados y documentar el cumplimiento del DIH.
Si bien son medidas que no pueden compensar las fallas del pasado, mantenemos nuestro firme compromiso de garantizar que los errores de la Segunda Guerra Mundial sirvan de lección rigurosa y permanente. En estricto cumplimiento de nuestros principios de neutralidad, imparcialidad, independencia y humanidad, fundamentamos nuestras políticas y acciones en los estándares más altos a fin de que se brinde asistencia y protección sin distinción de raza, religión, género o afiliación política.
Para entender mejor esta cuestión, alentamos a la consulta de nuestros documentos sobre este trágico capítulo de la historia en El CICR y la Segunda Guerra Mundial: el holocausto. Todos los archivos del CICR relativos a la Segunda Guerra Mundial han sido abiertos al público y son de libre acceso para investigadores.
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El CICR trabaja en virtud de los principios de neutralidad e imparcialidad, y no toma partido en los conflictos armados. Esto nos permite interactuar con todos los actores, independientemente de su condición o denominación. No respaldamos las acciones de ningún grupo o persona con los que interactuamos, ya que nuestro único propósito es aliviar el sufrimiento humano.
A fin de llevar ayuda y proteger a la población civil, el CICR necesita negociar el acceso a las zonas de conflicto armado. Mediante el diálogo con todas las partes en un conflicto, incluso con fuerzas enemigas entre sí, nos ocupamos de garantizar el acceso humanitario, recordarles acerca de sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario (DIH) y reducir el sufrimiento.
La interacción con todas las partes en un conflicto, ya sean Gobiernos o grupos armados no estatales, es una tarea compleja y necesaria. Tal vez resulta controvertido, pero es esencial para que el CICR pueda llevar adelante su misión humanitaria en entornos de conflicto armado complicados y peligrosos.
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Garantizar que la asistencia llegue a quienes más la necesitan es una gran prioridad para el CICR. Aplicamos medidas sólidas de supervisión y mitigación de riesgos para asegurarnos de que la ayuda llegue a las poblaciones afectadas a las que estaba destinada.
Nuestras actividades no están diseñadas para apoyar las acciones ni los objetivos de las partes de un conflicto armado, ya sean Estados o grupos armados no estatales. Por lo tanto, trabajamos con extrema diligencia para mitigar posibles desvíos de asistencia, dado que eso podría afectar negativamente la aceptación y la confianza en nuestra organización, dificultar nuestro acceso en el futuro y generar problemas de seguridad para nuestros colegas en el terreno.
El CICR trabaja mucho para prevenir el desvío de asistencia y, a lo largo de los años, ha desarrollado políticas internas y medidas de diligencia debida para mitigar estos riesgos. Por ejemplo, se ha dotado de un proceso de selección de proveedores y personal contratado, conduce cuidadosas evaluaciones de las necesidades, implementación y supervisa directamente sus actividades y realiza auditorías de los procesos de distribución.
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No. El derecho internacional humanitario establece que todas las partes en conflictos armados deben respetar y proteger plenamente la infraestructura médica. Hemos solicitado reiteradamente la protección de hospitales, instalaciones médicas y trabajadores sanitarios. En ella está incluido el uso inadecuado de esas instalaciones.
En cualquier parte del mundo donde el CICR observa violaciones del derecho internacional humanitario, lo abordamos directamente con las partes de forma confidencial.
Más información: La protección de los hospitales durante los conflictos armados
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El CICR entrega un documento específico para certificar que una persona ha sido detenida. Se trata de una actividad humanitaria que el CICR realiza en muchos lugares en todo el mundo, en virtud del Cuarto Convenio de Ginebra de 1949. En Israel, estos certificados de detención se emiten a partir de una notificación de la autoridad detenedora. El CICR no participa en ningún tipo de programa de estipendios con la Autoridad Palestina.
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Estamos al tanto de que salieron a la luz publicaciones en redes sociales que presuntamente se hicieron desde la cuenta de un miembro del personal del CICR. Las opiniones publicadas no reflejan las del CICR, organización humanitaria neutral e imparcial que trabaja para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por conflictos armados, independientemente del bando del que se trate. Todos los empleados del CICR han firmado un código de conducta vinculante, y estamos llevando a cabo una investigación exhaustiva al respecto de esta situación de conformidad con nuestros procedimientos, valores y principios.
También condenamos enfáticamente los ataques en línea a nuestro personal. Puede parecer inofensivo compartir información en línea, pero las consecuencias se sienten de manera concreta en la realidad, sobre todo cuando se comparte información personal. Nada justifica el ataque a personas ni la violencia, ya sea en línea o en persona. Es algo que pone en riesgo la seguridad de nuestro personal, que trabaja incansablemente para cumplir con el cometido del CICR. Es esencial que se verifiquen los hechos antes de publicarlos, y que se evite la difusión de información dañina a fin de que las organizaciones humanitarias desarrollen sus tareas vitales en un entorno seguro. Más información: ¿Por qué al CICR le preocupa la difusión de “información dañina” en la guerra?
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El CICR no participó en la transferencia de Israel a Gaza de personas fallecidas al margen de ningún acuerdo decidido por las partes.
Estamos preparados para facilitar la transferencia de las personas fallecidas como parte de nuestro papel de intermediario humanitario neutral y en función de todo acuerdo negociado entre las partes, en consulta con el CICR.
Reiteramos que todos los familiares tienen derecho a recibir noticias de sus seres queridos y a darles una sepultura respetuosa acorde a sus tradiciones.
El CICR presta asistencia técnica y material, como bolsas mortuorias y equipos de protección personal, para el personal de primera respuesta y los profesionales forenses que prestan apoyo en la recolección y gestión de cadáveres, de conformidad con las prácticas idóneas en este ámbito.
El CICR tiene interacción constante con las partes en el conflicto para recordarles sus obligaciones de respetar la dignidad de las personas fallecidas y el derecho de sus familiares de conocer lo ocurrido a los seres queridos que perdieron.
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La desinformación puede obstaculizar considerablemente nuestra labor—y la de otras organizaciones humanitarias— al generar falta de confianza, representar incorrectamente nuestras actividades y dificultar nuestra capacidad de prestar asistencia humanitaria.
La representación errónea del cometido o las acciones del CICR puede atentar contra la noción pública de los principios del derecho internacional humanitario (DIH) y, en consecuencia, debilitar el respeto de estos principios y dificultar la protección de personas civiles y detenidos.
En entornos altamente polarizados, incluso los rumores pueden transformarse en amenazas físicas. Los intentos de tergiversar la percepción pública mediante la deslegitimación de nuestra labor estrictamente humanitaria y la difusión de discursos deshumanizantes pueden tener consecuencias concretas en la realidad y poner en riesgo la vida, no solo de nuestro personal sino de las personas que necesitan ayuda, como los rehenes y detenidos, lo cual es inaceptable.
Proceda con cuidado antes de difundir
Si se encuentran contenidos en línea que se consideran falsos o que inducen a error, se puede informar de ello directamente a la plataforma de medios sociales. .
También se puede ayudar a frenar la difusión de información falsa comprobando la veracidad de la información dudosa antes de compartirla con otras personas.