Israel y los territorios ocupados: Combatir las ideas erróneas y la información falsa

A raíz de la escalada de la violencia en Israel y en los territorios palestinos ocupados de Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén oriental, ha habido una proliferación de discursos deshumanizantes e información falsa y engañosa sobre el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y sobre nuestra labor en el marco del conflicto armado actual. Dadas las consecuencias concretas que esto puede tener tanto para las personas como para los actores humanitarios, queremos abordar con toda claridad los principales discursos perjudiciales que circulan sobre el CICR y nuestro personal.
Las campañas de desinformación e información errónea ponen en riesgo directo a quienes necesitan asistencia y a quienes intentan prestársela. Instamos a todos los actores de influencia a no recurrir a esas prácticas ni avalarlas, así como a fomentar un entorno informativo en el que se preserve la dignidad y la seguridad de las personas, se proteja la acción humanitaria y se respete el derecho internacional humanitario.
-
No. El CICR es una organización humanitaria neutral que no participa en política. Nuestro interés es puramente humanitario: queremos salvar vidas y reducir o evitar el sufrimiento de las personas atrapadas en conflictos armados.
Para poder funcionar en zonas de conflicto, el CICR genera un marco de confianza por medio del diálogo confidencial con todas las partes, con el objetivo de aliviar el sufrimiento de las personas afectadas.
Eso nos permite realizar una parte vital de nuestro trabajo: recordarles a las partes beligerantes sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario —cosa que hacemos también públicamente— y plantear, en forma directa y franca, nuestras inquietudes en relación con la conducción de las hostilidades. El contenido de estas conversaciones es confidencial, por lo que no se da a conocer.
Si señaláramos públicamente a alguna de las partes o reveláramos el contenido de nuestras conversaciones confidenciales, nos expondríamos a perder la confianza de las partes, junto con la crucial posibilidad de conversar con ellas sobre la necesidad de proteger a la población civil durante las hostilidades. También pondríamos en riesgo nuestra capacidad de prestar asistencia vital a la población afectada.
Algunas personas pueden considerar que no nos manifestamos lo suficiente. Sin embargo, por nuestras décadas de experiencia, creemos que el enfoque más eficaz para nosotros es trabajar en contacto discreto y constante con aquellos sobre quienes queremos ejercer influencia.
Somos plenamente conscientes de que no siempre es fácil entender nuestra neutralidad y nuestros principios. Sin embargo, nuestra neutralidad e imparcialidad son cruciales para que podamos trabajar en cualquier contexto. Seguimos haciendo esfuerzos por informar a las personas, entre ellas las partes en conflictos, sobre lo que puede y lo que no puede hacer el CICR en virtud de su cometido y sus principios. Para más información sobre por qué “guardamos silencio”, recomendamos ver este breve video.
-
Durante la entrega de rehenes, el CICR debe centrarse en garantizar un paso seguro y en brindar apoyo logístico y médico. En todo momento, el personal de CICR hace todo lo que está a su alcance para proteger la dignidad de quienes están siendo liberados, pero hay muchos aspectos y parámetros que no podemos controlar, y es importante que las personas estén al tanto de las limitaciones que encontramos en estas operaciones.
En este tipo de situaciones, estamos en constante diálogo con todas las partes y debemos trabajar en las condiciones establecidas por esas partes en las negociaciones para que la operación avance. Mantener nuestra neutralidad es crucial para poder operar en entornos complejos y volátiles.
La interferencia con el personal de seguridad armado podría ser un riesgo para la seguridad del personal del CICR y, lo que es más importante, de los rehenes. Las circunstancias específicas de cada situación pueden variar mucho, y las dificultades como las grandes multitudes limitan la capacidad del CICR de gestionar el proceso con total control de la situación. Las partes en el acuerdo son responsables de la seguridad y la protección en las operaciones de transferencia de personas. Nuestra prioridad es y siempre será la liberación y transferencia segura y efectiva a las autoridades pertinentes y a los familiares y seres queridos.
-
Reducir nuestra labor a un mero servicio de transporte no hace justicia a todo lo que hacemos. Cuando transportamos a las personas afectadas por conflictos armados nunca es solo una cuestión de trasladarlas de un lugar a otro.
Nuestra participación en las transferencias de rehenes responde a una honda compasión y empatía por las personas afectadas por conflictos armados. Es nuestra calidad de actor neutral la que nos permite transferir rehenes y detenidos de manera segura, protegiéndolos durante momentos vulnerables. Los rehenes liberados reciben primeros auxilios y apoyo emocional, ya que vienen de padecer un trauma. Es la confianza que las autoridades israelíes y Hamas depositan en nosotros lo que nos permite trabajar con todos los actores pertinentes a fin de realizar estas delicadas operaciones. Esta confianza, y nuestro enfoque cuidadoso y basado en principios, posibilitan el trato humano de las personas durante las operaciones de liberación y transferencia.
Realizamos nuestra labor en virtud de principios estrictos de neutralidad, imparcialidad e independencia, lo que nos permite trabajar con todas las partes en conflictos armados.
Puede parecer simple, pero las tareas detrás de escena —negociación de acceso, verificación de la seguridad, coordinación con todas las partes— son increíblemente complejas y a menudo pueden llevar meses o años. En cada etapa se trata de proteger la vida, no solo ofrecer un servicio de transporte.
-
En este tipo de intercambios, el CICR actúa como intermediario neutral al facilitar la transferencia segura y humana de personas entre las partes. Los retrasos en las liberaciones de detenidos pueden ocurrir por distintos motivos logísticos o administrativos, y atribuir este tipo de retrasos a acciones intencionales del CICR es categóricamente falso.
-
Hemos solicitado constantemente el acceso inmediato a los rehenes para verificar su bienestar, facilitar la comunicación con sus familiares y evaluar sus condiciones en virtud del derecho internacional humanitario. Hemos hecho solicitudes públicas y directas a las autoridades correspondientes.
Para garantizar el acceso es necesaria la cooperación de todas las partes pertinentes. Si alguna de las partes en el conflicto obstruye o deniega el acceso, no podemos simplemente imponer nuestra presencia sin hacer peligrar nuestros principios de neutralidad, imparcialidad e independencia. Al hacerlo, también los rehenes estarían expuestos a más peligros. La falta de acceso, agravada por las hostilidades en curso y los riesgos de seguridad, pone de relieve la naturaleza increíblemente compleja y delicada de acceder a los rehenes en una zona de conflicto activo.
No es nuestra intención adjudicarnos nada. Simplemente solicitamos un entorno humanitario para que un intermediario neutral pueda realizar su labor humanitaria.
-
Desde el 7 de octubre de 2023, el CICR no ha podido visitar a ningún palestino detenido en centros de detención israelíes.
Estamos trabajando activamente con las autoridades competentes como parte del diálogo bilateral y confidencial que nos caracteriza para que la Agencia Central de Búsquedas del CICR vuelva a ser notificada sobre el paradero de miles de palestinos retenidos en lugares de detención israelíes, así como para que la organización retome las visitas a los detenidos y restablezca el contacto entre estos y sus familiares. Asimismo, hemos solicitado reiteradamente que los detenidos reciban un trato humano y se les permita comunicarse con sus familiares.
La organización está preparada para reanudar las visitas a los centros de detención cuanto antes, para continuar supervisando el trato que se da a los detenidos y las condiciones de detención en todas las instalaciones correspondientes. Esto continúa siendo una prioridad para el CICR en Israel y los territorios ocupados.
A la fecha, hemos interactuado con más de 1.250 detenidos liberados —en entrevistas grupales o individuales— para reunir información sobre su trato y condiciones de detención, hemos informado acerca de estas interacciones a las autoridades pertinentes, y hemos facilitado el regreso de 154 detenidos palestinos de lugares de detención israelíes con sus familiares.
La organización tiene una larga trayectoria en la realización de visitas a centros de detención en todo el mundo. Nuestra acción en favor de las personas detenidas y sus familiares se mantiene como siempre.
-
Nunca. El CICR niega rotundamente toda acusación de espionaje. Tenemos el compromiso de mantener nuestros principios humanitarios y éticos en todas nuestras actividades. Estas acusaciones falsas ponen en riesgo la seguridad de nuestro personal y dificultan la llegada de ayuda humanitaria a quienes la necesitan. El diálogo confidencial que mantiene el CICR con todas las partes en conflicto es determinante para que podamos realizar una parte vital de nuestro trabajo: recordar a las partes las obligaciones que tienen conforme al derecho internacional humanitario y plantear nuestras preocupaciones relativas a la conducción de las hostilidades.
Este diálogo con las partes en conflicto nos permite interceder de manera discreta y continua en favor de la protección de las personas civiles durante las hostilidades. Es una labor cuya finalidad es salvar vidas, y eso no debe confundirse.
-
Como organización neutral, el CICR no desarrolla actividades en ninguna instalación médica que esté bajo sospecha de mal uso o de albergar equipamiento o personal militares. Hacerlo no solo violaría nuestra neutralidad, sino que también pondría en peligro a nuestro personal y a las personas civiles que atendemos. El CICR ha llamado reiteradamente —en estos últimos dos años y antes— a proteger las instalaciones médicas, entre otras cosas, del mal uso por parte de portadores de armas.
-
Durante el conflicto, el CICR ha recibido varios pedidos para evacuar hospitales en el norte de Gaza. Sin embargo, dadas las condiciones de seguridad extremadamente difíciles en la zona, los caminos bloqueados y la inestabilidad de la comunicación, no hemos podido acceder de forma segura y regular y, en consecuencia, no hemos participado en muchas de las evacuaciones.
Recién hace poco el CICR —junto con la Media Luna Roja Palestina— ha podido realizar transferencias por motivos médicos de pequeñas cantidades de pacientes y otros tantos que necesitaban atención especializada desde hospitales que ya no podían brindar la atención adecuada a otras instalaciones médicas.
Es inaceptable que las personas civiles, incluidos bebés y niños, paguen un costo tan terrible en este conflicto.
El CICR ha subrayado una y otra vez la necesidad de tener acceso humanitario seguro a todas partes en Gaza, incluido el norte. El CICR está preparado para cumplir su papel de intermediario neutral en conflictos armados y tiene la firme determinación de prestar apoyo para evacuar a los heridos y los enfermos. Reiteramos nuestro pedido de que se garanticen las condiciones necesarias para que podamos cumplir con esa labor. Solo las partes en conflicto pueden garantizarlo. Si no hay un acuerdo previo, las evacuaciones pueden poner en peligro más vidas, incluidas vidas de civiles. El CICR ha reiterado en varias oportunidades que debe hacerse todo lo necesario para preservar la vida de las personas civiles en la conducción de operaciones militares, y para que estas puedan satisfacer sus necesidades básicas como alimento, agua y atención de salud. El CICR ha continuado siendo operacional en Gaza, a pesar de que a veces ha decidido implementar medidas adicionales de seguridad y protección para su personal.
Las partes en el conflicto deben cumplir con sus responsabilidades de respetar y proteger a los heridos y enfermos, y al personal sanitario que los atiende.
-
El CICR mantiene el compromiso con su cometido humanitario, y se encuentra activo y trabajando en Gaza. Desde que se reanudaron las hostilidades, ha sido cada vez más difícil para su personal circular por la Franja de Gaza y prestar asistencia humanitaria urgente, pero nuestra prioridad es seguir brindando apoyo humanitario a las personas civiles que lo necesitan con tanta desesperación. Seguiremos trabajando y realizando actividades en toda Gaza en la medida en que nos lo permitan las condiciones logísticas y de seguridad, como lo hemos hecho en los últimos 23 meses y en las décadas anteriores. El CICR está preparado para retomar todo el conjunto de sus actividades cuando la situación lo haga posible. Reiteramos que es imperativo el acceso para el socorro humanitario, y que, en virtud del derecho internacional humanitario, se debe permitir y facilitar el paso rápido y sin trabas de la asistencia humanitaria para las personas civiles que la necesitan.
-
A partir del inicio de los ataques del 7 de octubre de 2023, hemos instado incansablemente a que se libere a los rehenes sin condiciones y de manera prioritaria, a la vez que hemos manifestado la urgencia de tener acceso a ellos y poder brindarles atención médica.
Los familiares de los rehenes llevan más de un año viviendo una pesadilla. Hay hijos, hijas, cónyuges, padres y madres que han esperado con ansias novedades de sus seres queridos. Nos hemos reunido con familiares de los rehenes que, por supuesto, quieren hacer todo lo posible para que sus seres queridos puedan continuar sus tratamientos médicos. Les decimos que queremos entregar los medicamentos y transmitir noticias de los familiares a los rehenes siempre que tengamos acceso seguro.
Si no lo tenemos, dialogamos con las partes para encontrar otras maneras de que los rehenes reciban los medicamentos que necesitan. Para obtener más información sobre las últimas declaraciones, puede visitar nuestro sitio web o consultar las preguntas frecuentes sobre la labor del CICR y los rehenes cautivos en Gaza así como la información para personas afectadas por el conflicto armado en Israel (en inglés).
-
El CICR no autorizó a nadie que llevara banderas de Hamás a subir a nuestros autobuses en Ramala, pero tampoco teníamos la capacidad de evitarlo.
A nivel mundial, el CICR facilita con frecuencia la transferencia de personas detenidas y rehenes, en su calidad de intermediario neutral. Esto significa que ayudamos a implementar un acuerdo de liberación definido por las partes. Una vez que se llega a un acuerdo, nuestra función es recibir a los detenidos o rehenes y llevarlos de forma segura a una ubicación acordada previamente por ambas partes.
En este tipo de operaciones, es esencial garantizar la seguridad y protección de todas las personas, incluido nuestro propio equipo, para que la liberación se realice con éxito. Recordamos a todas las partes, incluidos los familiares de las personas capturadas, que deben respetar nuestro papel de intermediario neutral.
-
En el CICR, rechazamos rotundamente el antisemitismo en todas sus formas. El odio, la discriminación y la violencia dirigidos contra las personas o comunidades judías son intolerables y deben rebatirse cada vez que surjan. La dignidad, seguridad y humanidad de todas las personas debe respetarse y protegerse, y mantenemos nuestro firme compromiso de fomentar el entendimiento y la inclusión. El antisemitismo no es bienvenido en nuestras sociedades, y nos solidarizamos con todos los que trabajan por su erradicación.
Los empleados del CICR se rigen por un estricto Código de conducta que establece con claridad el deber de respetar la dignidad de todos los seres humanos. Esta obligación es el fundamento de una prohibición estricta de todos los tipos de conductas discriminatorias como el antisemitismo. Todos los empleados reciben formación obligatoria sobre el Código de conducta del CICR. El incumplimiento de sus disposiciones puede derivar en investigaciones disciplinarias formales, sanciones e incluso despidos.
-
Durante la Segunda Guerra Mundial, el CICR ayudó activamente a los prisioneros de guerra: facilitó la comunicación con sus familiares y supervisó las condiciones en los lugares de internamiento. Sin embargo, el mandato de aquel entonces no se extendía explícitamente a personas civiles, a menos que los Gobiernos lo autorizaran.
El CICR no se manifestó y, lo que es más importante, no se movilizó por los millones de personas que sufrieron y perdieron la vida en los campos de concentración, en especial de la población judía, que fue perseguida y asesinada por el régimen nazi. El CICR ha expresado
públicamente su profundo arrepentimiento y ha descrito este hecho como "el mayor fracaso en la historia del CICR". Asimismo, ha admitido plenamente sus debilidades y falta de valor para enfrentar los horrores de la persecución y el genocidio por parte del nazismo.
Honrar la memoria de las víctimas y sobrevivientes del Holocausto exige más que meras palabras; requiere acciones implacables para construir un mundo en el que la dignidad y la humanidad de todas las personas no solo se reconozcan, sino que se defiendan con determinación y valentía, sin excepciones.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se adoptaron varias medidas para proteger mejor a las personas civiles y prevenir atrocidades como el Holocausto. Son aprendizajes que nos dejó el inmenso sufrimiento humano de la guerra y el Holocausto. Antes que nada, el desarrollo del derecho internacional humanitario (DIH) con el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 se ocupó específicamente de las personas civiles en tiempo de conflicto armado al reconocer plenamente las vulnerabilidades que enfrentan.
El CICR redobló sus esfuerzos para fomentar el respeto del DIH mediante la interacción con Gobiernos, fuerzas armadas y público general, haciendo hincapié en la importancia de que las partes en un conflicto armado se adhieran a él a fin de prevenir crímenes de guerra y otras atrocidades.
Mediante el fortalecimiento de sus operaciones en el terreno y la ampliación de su presencia a escala mundial, el CICR se ha esforzado por responder de manera más efectiva a los conflictos emergentes y ha desarrollado mecanismos para prestar asistencia humanitaria, proteger a la población civil, interactuar con actores armados y documentar el cumplimiento del DIH.
Si bien son medidas que no pueden compensar las fallas del pasado, mantenemos nuestro firme compromiso de garantizar que los errores de la Segunda Guerra Mundial sirvan de lección rigurosa y permanente. En estricto cumplimiento de nuestros principios de neutralidad, imparcialidad, independencia y humanidad, fundamentamos nuestras políticas y acciones en los estándares más altos a fin de que se brinde asistencia y protección sin distinción de raza, religión, género o afiliación política.
Para entender mejor esta cuestión, alentamos a la consulta de nuestros documentos sobre este trágico capítulo de la historia en El CICR y la Segunda Guerra Mundial: el holocausto. Todos los archivos del CICR relativos a la Segunda Guerra Mundial han sido abiertos al público y son de libre acceso para investigadores.
-
Tras la Segunda Guerra Mundial, en el marco de sus funciones humanitarias reconocidas, el CICR emitió decenas de miles de documentos de viaje, principalmente desde Italia hacia Argentina. No se trató de permisos (“laissez-passer”) o cartas de referencia, sino de meras herramientas administrativas a las cuales los consulados pudieran añadir un visado. La responsabilidad de verificar los antecedentes de los solicitantes recaía exclusivamente en los países emisores de los visados.
En su gran mayoría, quienes recibieron estos documentos eran refugiados, personas desplazadas, sobrevivientes de la guerra y otras personas que procuraban rehacer su vida luego del inmenso sufrimiento y toda la pérdida que atravesaron.
Lamentablemente, algunos nazis obtuvieron estos documentos, ya sea bajo identidades falsas o, en algunos casos, utilizando sus nombres verdaderos, si no eran tan conocidos. En ese momento, no existía una lista exhaustiva de presuntos criminales de guerra. Otros obtuvieron documentación a través del mercado negro o de intermediarios locales.
El CICR no supo sino hasta un tiempo después que, entre quienes recibieron esos documentos, se encontraban conocidos criminales de guerra como Josef Mengele y Adolf Eichmann, que utilizaron nombres falsos para huir de la justicia.
El CICR considera que la única respuesta responsable a este capítulo de la historia es la transparencia total. Desde la década de 1970, se ha hecho cargo de este pasado adoptando importantes medidas: abriendo sus archivos para investigadores, forjando asociaciones con museos e instituciones académicas, y apoyando la labor continua del Servicio Internacional de Búsquedas. Esta voluntad de apertura y rendición de cuentas se mantiene en la actualidad.
-
El CICR trabaja en virtud de los principios de neutralidad e imparcialidad, y no toma partido en los conflictos armados. Esto nos permite interactuar con todos los actores, independientemente de su condición o denominación. No respaldamos las acciones de ningún grupo o persona con los que interactuamos, ya que nuestro único propósito es aliviar el sufrimiento humano.
A fin de llevar ayuda y proteger a la población civil, el CICR necesita negociar el acceso a las zonas de conflicto armado. Mediante el diálogo con todas las partes en un conflicto, incluso con fuerzas enemigas entre sí, nos ocupamos de garantizar el acceso humanitario, recordarles acerca de sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario (DIH) y reducir el sufrimiento.
La interacción con todas las partes en un conflicto, ya sean Gobiernos o grupos armados no estatales, es una tarea compleja y necesaria. Tal vez resulta controvertido, pero es esencial para que el CICR pueda llevar adelante su misión humanitaria en entornos de conflicto armado complicados y peligrosos.
-
Garantizar que la asistencia llegue a quienes más la necesitan es una gran prioridad para el CICR. Aplicamos medidas sólidas de supervisión y mitigación de riesgos para asegurarnos de que la ayuda llegue a las poblaciones afectadas a las que estaba destinada.
Nuestras actividades no están diseñadas para apoyar las acciones ni los objetivos de las partes de un conflicto armado, ya sean Estados o grupos armados no estatales. Por lo tanto, trabajamos con extrema diligencia para mitigar posibles desvíos de asistencia, dado que eso podría afectar negativamente la aceptación y la confianza en nuestra organización, dificultar nuestro acceso en el futuro y generar problemas de seguridad para nuestros colegas en el terreno.
El CICR trabaja mucho para prevenir el desvío de asistencia y, a lo largo de los años, ha desarrollado políticas internas y medidas de diligencia debida para mitigar estos riesgos. Por ejemplo, se ha dotado de un proceso de selección de proveedores y personal contratado, conduce cuidadosas evaluaciones de las necesidades, implementación y supervisa directamente sus actividades y realiza auditorías de los procesos de distribución.
-
El CICR entrega un documento específico para certificar que una persona ha sido detenida. Se trata de una actividad humanitaria que el CICR realiza en muchos lugares en todo el mundo, en virtud de su cometido. En Israel, estos certificados de detención se emiten a partir de una notificación de la autoridad detenedora. El CICR no participa en ningún tipo de programa de estipendios con la Autoridad Palestina.
-
Estamos al tanto de que salieron a la luz publicaciones en redes sociales que presuntamente se hicieron desde la cuenta de un miembro del personal del CICR. Las opiniones publicadas no reflejan las del CICR, organización humanitaria neutral e imparcial que trabaja para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por conflictos armados, independientemente del bando del que se trate. Todos los empleados del CICR han firmado un código de conducta vinculante, y estamos llevando a cabo una investigación exhaustiva al respecto de esta situación de conformidad con nuestros procedimientos, valores y principios.
También condenamos enfáticamente los ataques en línea a nuestro personal. Puede parecer inofensivo compartir información en línea, pero las consecuencias se sienten de manera concreta en la realidad, sobre todo cuando se comparte información personal. Nada justifica el ataque a personas ni la violencia, ya sea en línea o en persona. Es algo que pone en riesgo la seguridad de nuestro personal, que trabaja incansablemente para cumplir con el cometido del CICR. Es esencial que se verifiquen los hechos antes de publicarlos, y que se evite la difusión de información dañina a fin de que las organizaciones humanitarias desarrollen sus tareas vitales en un entorno seguro. Puede obtener más información en el artículo “¿Por qué al CICR le preocupa la difusión de “información dañina” en la guerra?”.
-
El CICR no participó en la transferencia de Israel a Gaza de personas fallecidas por fuera de algún acuerdo decidido entre las partes.
Estamos preparados para facilitar la transferencia de las personas fallecidas como parte de nuestro papel de intermediario humanitario neutral y en función de todo acuerdo negociado entre las partes, en consulta con el CICR.
Reiteramos que, en virtud del derecho internacional humanitario, las personas fallecidas deben recibir una sepultura digna de acuerdo con los ritos de su religión, siempre que sea posible. Las partes deben hacer todo lo posible para facilitar la devolución de los restos mortales a solicitud de sus familiares. El CICR presta asistencia técnica y material, como bolsas mortuorias y equipos de protección personal, para el personal de primera respuesta y los profesionales forenses que prestan apoyo en la recolección y gestión de cadáveres, de conformidad con las prácticas idóneas en este ámbito.
El CICR tiene interacción constante con las partes en el conflicto para recordarles sus obligaciones de respetar la dignidad de las personas fallecidas y el derecho de sus familiares de conocer lo ocurrido a los seres queridos que perdieron.
-
La desinformación puede obstaculizar nuestra labor considerablemente —y la de otras organizaciones humanitarias— al generar falta de confianza, representar incorrectamente nuestras actividades y dificultar nuestra capacidad de prestar asistencia humanitaria.
La representación errónea del cometido o las acciones del CICR puede atentar contra la noción pública de los principios del derecho internacional humanitario (DIH) y, en consecuencia, debilitar el respeto de estos principios sumado a una mayor dificultad para proteger a civiles y detenidos.
En entornos altamente polarizados, incluso los rumores pueden transformarse en amenazas físicas. Los intentos de tergiversar la percepción pública mediante la deslegitimación de nuestra labor estrictamente humanitaria y la difusión de discursos deshumanizantes pueden tener consecuencias concretas en la realidad y poner en riesgo vidas, no solo de nuestro personal sino de las personas que necesitan ayuda, como los rehenes y detenidos, lo cual es inaceptable.
Proceder con cuidado antes de difundir
Si encuentra contenido en internet que considera falso o engañoso, puede denunciarlo directamente a la plataforma en cuestión. También puede ayudarnos a reducir la propagación de información errónea corroborando la veracidad de cualquier dato cuestionable antes de compartirlo con otras personas.