Preguntas frecuentes sobre la labor del CICR en Israel y los territorios ocupados

Las hostilidades en curso en Gaza, Israel, y los Altos del Golán vienen causando sufrimientos inmensos. Numerosas personas civiles han muerto, resultaron heridas o fueron tomadas como rehenes. Muchas familias han perdido a sus seres queridos, sus hogares y el acceso a los servicios esenciales. Para todas las partes en el conflicto, el dolor y la devastación siguen siendo abrumadores.
Actualizado al 24/01/25
El CICR presta asistencia a las personas afectadas por el conflicto y la violencia en Israel y los territorios ocupados desde 1967. La finalidad de esta página es ofrecer información fácilmente accesible a todos los que consideren que el CICR pueda serles de ayuda de alguna manera. Además, esta página aborda preguntas frecuentes sobre nuestra labor y el derecho internacional humanitario (DIH) tras la intensificación de la violencia armada que se desató en Israel y el territorio palestino ocupado el 7 de octubre de 2023.
Cómo trabajamos
¿Qué actividades realiza el CICR en Israel y los territorios ocupados?
En Israel y los territorios ocupados –que abarcan el territorio palestino ocupado de Gaza, y Cisjordania y los Altos del Golán ocupados– el CICR procura mejorar las condiciones de vida de la población a través de una serie de actividades y programas. Visitamos a personas detenidas, reunimos a familiares separados, implementamos programas de apoyo a los medios de vida y ayudamos a mejorar el acceso a los servicios básicos, como los de agua y electricidad. Por sobre todas las cosas, defendemos los derechos y la dignidad de las personas afectadas por el conflicto.
Estamos presentes en Israel y los territorios ocupados desde 1967 y trabajamos en estrecho contacto con la Media Luna Roja Palestina y el Magen David Adom en Israel. El CICR tiene oficinas en Tel Aviv, Cisjordania y Gaza.
En nuestra página web se puede obtener más información sobre nuestra labor en Israel y los territorios ocupados.
¿Cuál ha sido la respuesta de emergencia del CICR desde el 7 de octubre?
En Gaza, el personal del CICR viene trabajando sin descanso desde la escalada del conflicto armado para brindar una asistencia muy necesaria. Nuestra ayuda incluye la presencia de un equipo de especialistas en medicina y cirugía que prestan apoyo a los hospitales y realizan cirugías traumatológicas vitales, así como de expertos en contaminación por armas dedicados a garantizar la seguridad de la población civil y de nuestro personal. Los equipos del CICR también han distribuido artículos domésticos de primera necesidad a miles de personas desplazadas internamente, han prestado apoyo a los sistemas de agua y saneamiento y han ayudado a proporcionar alimentos y productos de nutrición a las poblaciones vulnerables.
Gracias a nuestro papel de intermediario neutral, hemos facilitado la liberación de 109 rehenes. Nuestros equipos en Israel también prestan asistencia mediante el suministro de materiales forenses y el apoyo en salud mental, como parte de nuestras asociaciones de larga data con instituciones israelíes. También hemos ofrecido apoyo y conocimientos especializados adicionales que beneficiarían a las autoridades, dentro del marco del cometido del CICR.
Seguimos pidiendo la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Con respecto a las personas que siguen en cautiverio, nuestro pedido es muy claro: deben ser tratadas con humanidad, necesitamos acceder a ellas para evaluar sus necesidades, y se les debe permitir restablecer el contacto con sus familiares.
Más información:
Israel and the Occupied Territories: Key Facts and Figures (7 October 2023 – 30 November 2024)
Facts & Figures: Red Cross Field Hospital in Rafah, Gaza Strip
Preguntas frecuentes sobre la labor del CICR y los rehenes cautivos en Gaza
¿El CICR está más activo en el territorio palestino ocupado que en Israel?
Nuestra labor se guía exclusivamente por las necesidades humanitarias. En el territorio palestino ocupado, esas necesidades son mayores debido a diversos factores, como las altas tasas de desempleo, la dependencia de la ayuda humanitaria y la limitada capacidad para la respuesta local. En contraste, Israel cuenta con recursos e infraestructura más sólidos para encarar sus problemas humanitarios.
El CICR no reemplaza los servicios locales, sino que los complementa. Por ejemplo, en el sur de Israel, los mecanismos de respuesta de emergencia son muy fuertes. Sin embargo, estamos preparados para prestar asistencia en caso necesario, y visitamos con regularidad las comunidades afectadas por la violencia para evaluar sus necesidades.
¿El CICR toma en cuenta la religión cuando decide dónde prestará ayuda humanitaria?
No. El CICR es una organización neutral, imparcial e independiente. La asistencia se presta únicamente en función de las necesidades humanitarias, independientemente de la religión, los factores políticos, la etnia o la nacionalidad.
¿Qué sucedería si el CICR tomara partido y comprometiera sus principios de neutralidad e imparcialidad?
Si el CICR tomara partido, perdería la confianza de todas las partes. Sin esa confianza, no podríamos seguir trabajando para salvar vidas y responder con eficacia a las necesidades de las comunidades afectadas, las personas detenidas, los familiares de personas desaparecidas y las personas enfermas.
Si bien nuestro compromiso con la neutralidad y la imparcialidad no siempre es bien comprendido, sobre todo en situaciones donde se juegan emociones fuertes, esos principios son esenciales. Nos permiten actuar incluso en los contextos más difíciles y garantizan que nuestra misión humanitaria llegue a las personas que más la necesitan.
¿Por qué los miembros del personal de su organización y sus directivos dialogan con los grupos armados?
El CICR trabaja conforme a los principios de neutralidad e imparcialidad, lo que significa que no tomamos partido en los conflictos. Esto nos permite dialogar con todos los actores, independientemente de su estatuto o su denominación. No apoyamos las acciones de ninguno de los grupos o individuos con los que dialogamos; nuestro único objetivo es aliviar el sufrimiento humano.
Para brindar ayuda y proteger a las poblaciones civiles, el CICR necesita negociar su acceso a las zonas de conflicto. Al dialogar con todas las partes en un conflicto, incluso con los enemigos, procuramos obtener acceso humanitario, recordarles las obligaciones que les impone el derecho internacional humanitario y reducir el sufrimiento.
El diálogo con las partes en un conflicto, sea con los gobiernos o con los grupos armados no estatales, es un esfuerzo complejo y necesario. Aunque para algunos esta postura puede resultar polémica, es esencial porque permite al CICR desempeñar su misión humanitaria en entornos de conflicto complejos y peligrosos.
¿Cuál es la posición del CICR con respecto a las recientes y recurrentes acusaciones de antisemitismo?
Rechazamos categóricamente el antisemitismo en todas sus formas. El odio, la discriminación y la violencia contra las personas o comunidades judías son intolerables y se les debe hacer frente dondequiera que surjan. Se debe respetar y proteger la dignidad, la seguridad y la humanidad de todas las personas, y mantenemos con firmeza nuestro compromiso de fomentar la comprensión y la inclusión. El antisemitismo no tiene lugar alguno en nuestras sociedades y apoyamos solidariamente a todos los que trabajan para erradicarlo.
Los empleados del CICR están sujetos a un Código de conducta riguroso, que establece claramente la expectativa de que se respete la dignidad de todos los seres humanos. Esta obligación constituye la base de la prohibición estricta de todos los tipos de conducta discriminatoria, como el antisemitismo. Todos los empleados reciben una formación obligatoria sobre el Código de conducta del CICR. La violación de sus disposiciones puede dar lugar a investigaciones disciplinarias y a distintas sanciones, incluso el despido.
¿Cuál fue el papel del CICR durante la Shoá / el Holocausto?
Durante la Segunda Guerra Mundial, el CICR se dedicó activamente a proporcionar asistencia a los prisioneros de guerra, facilitando la comunicación entre estos y sus familiares y evaluando las condiciones existentes en los campamentos de internación. Sin embargo, en ese momento, su cometido no abarcaba explícitamente a las personas civiles a menos que los gobiernos lo permitieran.
El CICR no habló y, aún peor, no actuó en defensa de los millones de personas que sufrieron y perecieron en los campos de exterminio, sobre todo las personas judías atacadas, perseguidas y asesinadas bajo el régimen nazi. El CICR ha expresado públicamente su profundo pesar y ha descrito este suceso como "el mayor fracaso de su historia". Reconoce plenamente sus deficiencias y su falta de coraje para enfrentar los horrores de la persecución y el genocidio perpetrados por los nazis.
Para honrar la memoria de las víctimas y los sobrevivientes del Holocausto se necesita más que palabras: este homenaje exige una acción incansable para construir un mundo donde la dignidad y la humanidad de cada persona no solo se reconozcan sino se defiendan a brazo partido, sin excepciones, vacilaciones ni concesiones.
Tras la Segunda Guerra Mundial, se adoptaron varias medidas para proteger mejor a las personas civiles y prevenir atrocidades como el Holocausto. Esas medidas fueron fruto de las lecciones aprendidas a consecuencia de la guerra y de los inmensos sufrimientos humanos causados por el Holocausto. Primero y principal, el derecho internacional humanitario (DIH) se amplió con la adopción del IV Convenio de Ginebra de 1949, que abordó de manera específica la protección de las personas civiles en tiempo de conflicto, reconociendo plenamente las vulnerabilidades que afrontan.
El CICR intensificó sus esfuerzos para promover la rendición de cuentas, dialogando con los gobiernos, las fuerzas armadas y el público, instruyéndolos acerca del DIH y destacando la importancia de que las partes en un conflicto respeten sus normas para prevenir genocidios y otras atrocidades.
Al fortalecer sus actividades operacionales en el terreno y ampliar su presencia mundial, el CICR se ha esforzado por mejorar su respuesta a los conflictos emergentes y ha desarrollado mecanismos destinados a proporcionar ayuda humanitaria, proteger a las poblaciones civiles, dialogar con los actores armados y documentar el cumplimiento del DIH.
Aunque esas medidas no pueden compensar los errores del pasado, nos hemos comprometido firmemente a asegurar que las faltas cometidas en la Segunda Guerra Mundial sirvan como una lección solemne y duradera. Con estricta adhesión a nuestros principios de neutralidad, imparcialidad, independencia y humanidad, nos esforzamos por mantener nuestras políticas y acciones en los máximos niveles posibles, a fin de asegurar que la asistencia y la protección se brinden independientemente de la raza, la religión, el género o la afiliación política de las personas.
Para alcanzar un entendimiento más profundo de este tema, se puede consultar nuestra documentación sobre el Holocausto y el papel del CICR durante este trágico capítulo de la historia. Todos los archivos del CICR correspondientes a la Segunda Guerra Mundial se han abierto al público y están a disposición de los investigadores.
Aquí también podrá encontrar la siguiente información:
- Preguntas frecuentes sobre la labor del CICR y los rehenes cautivos en Gaza (disponible en hebreo)
- Preguntas frecuentes sobre la labor del CICR en Israel y los territorios ocupados en árabe y en hebreo
- Information for people affected by the conflict in Israel (disponible en hebreo)
- Information for people affected by the conflict in Gaza and the West Bank (disponible en árabe)
- Key Facts and Figures (7 October 2023 – 30 November 2024).
Qué dice el derecho
¿Por qué el CICR considera que el territorio palestino está ocupado, si Palestina nunca fue un Estado?
La ocupación es una cuestión de hecho: se considera que un territorio está ocupado cuando se halla bajo la autoridad de un ejército enemigo. El hecho de que el territorio esté bajo el control de un soberano apenas comienza una ocupación es irrelevante, y la controversia respecto de la condición de Estado de Palestina no tiene incidencia en esta determinación jurídica.
Desde el conflicto armado internacional de 1967 entre Israel y los Estados vecinos que dio lugar a la aplicación de los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, el territorio palestino ha estado bajo la autoridad del ejército israelí. Por lo tanto, el CICR considera que los territorios controlados por Israel están bajo la ocupación beligerante israelí, lo que afirma la aplicabilidad de iure del derecho de la ocupación (Reglamento de La Haya de 1907 y IV Convenio de Ginebra de 1949). La aplicación del derecho de la ocupación no incide en ninguna disputa subyacente relativa a la soberanía del territorio.
¿Qué condición tiene la Franja de Gaza para el derecho internacional?
El CICR considera la Franja de Gaza como parte del territorio palestino ocupado porque Israel ejerce elementos importantes de autoridad sobre la franja, incluidas sus fronteras (espacio aéreo, tierra y mar, salvo la frontera con Egipto). Si bien Israel ya no mantiene una presencia permanente dentro de la Franja de Gaza, sigue teniendo algunas obligaciones establecidas por el derecho de la ocupación que se corresponden con el grado de control que ejerce sobre ella.
¿Qué estatuto tienen los rehenes según el DIH?
Son rehenes las personas que, independientemente de su estatuto, hayan sido capturadas por una persona o una organización y que pueden ser heridas o muertas si no se hace lo que esa persona u organización exige. El DIH prohíbe tomar rehenes o amenazar con hacerlo durante los conflictos armados.
Más información: Preguntas frecuentes sobre la labor del CICR y los rehenes cautivos en Gaza
¿Qué dispone el DIH sobre la protección de los hospitales?
Las leyes de la guerra prohíben los ataques directos contra los hospitales y el personal médico, que gozan de protección especial en virtud del DIH.
Ahora bien, un hospital puede volverse un objetivo militar legítimo si contribuye a operaciones militares específicas del enemigo y si su destrucción ofrece una clara ventaja militar para el atacante.
Ante la duda, no pueden ser atacados. Los hospitales pierden su protección únicamente en determinadas circunstancias, por ejemplo, si se los utiliza como base para lanzar un ataque, como depósito de armas o para ocultar a soldados/combatientes sanos.
Antes de responder a esos actos con un ataque, una parte en conflicto debe emitir una alerta, con un plazo determinado, y la otra parte debe haberla ignorado.
¿Cómo protege el DIH a las personas civiles y los bienes de carácter civil contra el peligro de las hostilidades?
El objetivo de los principios y normas del DIH que rigen la conducción de hostilidades es proteger a la población civil de los efectos de las hostilidades. Para ello, procura alcanzar un equilibrio entre la necesidad militar y la humanidad, imponiendo prohibiciones y restricciones a las armas, los medios y los métodos de guerra que pueden utilizar las partes en un conflicto.
Los tres principios fundamentales de distinción, proporcionalidad y precaución son de carácter consuetudinario y deben ser respetados en todas las circunstancias por todas las partes, tanto por los Estados como por los grupos armados no estatales, en todos los conflictos armados, ya sea que se trate de conflictos armados internacionales o no internacionales.
Según el principio cardinal de distinción, las partes en un conflicto armado deben distinguir en todo momento entre la población civil y los combatientes, y entre los bienes de carácter civil y los objetivos militares.
El DIH prohíbe expresamente los ataques dirigidos a personas civiles y a bienes de carácter civil, así como los ataques indiscriminados, es decir, aquellos que alcanzan indistintamente tanto a objetivos militares como a personas civiles o bienes de carácter civil, incluidos los ataques por bombardeo. Asimismo, se prohíben los actos o las amenazas de violencia cuyo propósito principal es aterrorizar a la población civil, y hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra.
Los principios de proporcionalidad y de precaución complementan el principio de distinción, puesto que confieren protección a las personas civiles y a los bienes de carácter civil contra el peligro de sufrir daños incidentales causados por ataques a objetivos militares. Si bien durante los conflictos armados los daños a menudo resultan inevitables, el DIH fija un límite al grado de daño incidental permisible, detallando el modo en que se debe alcanzar un equilibrio entre la necesidad militar y las consideraciones de humanidad en esas situaciones.
La regla de proporcionalidad prohíbe los ataques cuando es de prever que causen daños civiles incidentales que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista.
Conforme al principio de precaución, en la conducción de las operaciones militares se debe velar constantemente por preservar a la población civil, a las personas civiles y los bienes de carácter civil. En vista de que existe un riesgo grave de causar daño a las personas civiles cuando se lanza un ataque, el DIH impone obligaciones detalladas a las personas encargadas de la planificación, la decisión o la ejecución de los ataques. En particular, se tomarán todas las precauciones factibles para:
-verificar que los objetivos son objetivos militares;
-evitar, o reducir en todo caso a un mínimo, el número de muertos y heridos entre la población civil, así como los daños a bienes de carácter civil, que pudieran causarse incidentalmente;
-evaluar si es de prever que el ataque viole la regla de la proporcionalidad;
suspender o anular un ataque si se advierte que violaría el principio de distinción o la regla de la proporcionalidad;
-dar aviso con la debida antelación y por medios eficaces de todo ataque que pueda afectar a la población civil.
El DIH también exige a las partes en un conflicto que protejan de los efectos de los ataques a la población civil y los bienes de carácter civil que estén bajo su control.
En las ciudades, a menudo coexisten los militares, las personas civiles y los bienes de carácter civil. Para las partes involucradas en las hostilidades en zonas urbanas u otras zonas pobladas, esta coexistencia presenta importantes desafíos, tanto desde el punto de vista militar como en lo que respecta a evitar los daños a la población civil. Dado que la guerra urbana entraña peligros específicos para las personas civiles, la protección que les confieren los principios y las normas del DIH es crucial.
¿Qué establece el DIH acerca de la protección de la infraestructura civil crítica?
La infraestructura civil crítica que permite brindar servicios esenciales a las personas civiles es, en principio, un bien de carácter civil y, como tal, está protegida por todas las normas del DIH que protegen a la población civil y a los bienes de carácter civil de los efectos de las hostilidades. Cabe destacar que esa protección incluye las prohibiciones de efectuar ataques directos, indiscriminados y desproporcionados, así como las normas sobre precauciones en el ataque y precauciones contra los efectos de los ataques.
Los servicios esenciales para la población civil y para otras personas protegidas durante los conflictos armados están interconectados y son interdependientes. Esto significa que la alteración de un servicio puede tener efectos en cascada o repercusiones indirectas en otros, y causar perturbaciones en múltiples servicios o incluso su colapso. Por ejemplo, el suministro eléctrico es necesario para garantizar la provisión de agua y saneamiento, la eliminación de residuos sólidos y la cadena de frío. Los hospitales y los establecimientos de producción y distribución de alimentos dependen de un suministro fiable de agua potable, saneamiento y electricidad.
Los ataques que previsiblemente dañen la infraestructura crítica seguramente afectarán a gran parte de la población civil más allá de la zona de impacto del arma y por mucho tiempo más que el período inmediatamente posterior al ataque. Un daño de esta índole es relevante tanto para la proporcionalidad como para las precauciones en el ataque, puesto que tiene un vínculo causal con el ataque y es razonablemente previsible en el momento de este.
El DIH también confiere una protección especial y aumentada a ciertos tipos de infraestructura crítica, en particular a los hospitales y otros establecimientos y medios de transporte sanitarios, a los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, y a las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, así como a los bienes culturales y al medio ambiente natural. Los regímenes de protección específicos difieren entre sí, pero a menudo implican la protección contra operaciones distintas de los ataques y cierto grado de protección incluso en el caso de los bienes que, de otra forma, constituirían objetivos militares.
¿Cuáles son las normas que rigen los sitios?
Los sitios suelen tener consecuencias graves para grandes números de civiles. Existen importantes normas del DIH que protegen a los civiles. Por ejemplo, una norma crucial establece que se debe permitir que los civiles sean evacuados de una zona sitiada. Ni la fuerza que impone el sitio ni la fuerza de la zona sitiada pueden obligarlos a quedarse en el lugar contra su voluntad.
Los sitios solo pueden dirigirse exclusivamente contra las fuerzas armadas enemigas, y está absolutamente prohibido disparar contra los civiles que huyen de una zona sitiada o atacarlos de alguna otra manera. Además, las partes deben cumplir con todas las normas que rigen la conducción de las hostilidades. Se debe prestar atención particular a preservar a los civiles cuando se sitia una ciudad y se atacan objetivos militares en la zona sitiada.
Se deben tomar todas las medidas de precaución factibles para evitar o reducir al mínimo la pérdida incidental de vidas civiles, las heridas a los civiles y los daños a los bienes de carácter civil. El DIH también prohíbe hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra. A la vez, si bien puede ser necesario ordenar una evacuación temporaria (e incluso puede requerirlo el derecho), los sitios no deben utilizarse para obligar a los civiles a abandonar una zona de forma permanente.
Más información sobre la protección de la población civil en zonas sitiadas.
¿Cuáles son las normas que rigen el uso de las armas, incluidas las armas explosivas?
El DIH impone numerosas prohibiciones y restricciones al desarrollo y al uso de armas específicas, tanto en virtud del derecho convencional como del derecho consuetudinario (véanse las normas 70 a 86 del Estudio del CICR sobre DIH consuetudinario). El uso de todas las armas, incluidas aquellas cuyo uso está expresamente restringido, debe en todos los casos cumplir todos los principios y normas que rigen la conducción de hostilidades, incluidas las disposiciones que prohíben los ataques directos, indiscriminados y desproporcionados, así como las normas sobre precauciones en el ataque (véase arriba, ¿Cómo protege el DIH a las personas civiles y los bienes de carácter civil contra el peligro de las hostilidades?)
Si bien el DIH no establece una prohibición general del uso de armas explosivas pesadas en zonas pobladas, su uso en esas zonas muy probablemente tenga efectos indiscriminados y, según las circunstancias, es posible que las normas del DIH prohíban ese uso. Esto reafirma el llamamiento que desde hace largo tiempo vienen realizando el CICR y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en su conjunto, por el cual exhortan a todos los Estados y a los grupos armados no estatales que son partes en conflictos armados a evitar el empleo de armas explosivas pesadas en zonas pobladas. El uso de estas armas debe evitarse en zonas pobladas, a menos que se adopten medidas de mitigación suficientes para limitar su radio de impacto y el consiguiente riesgo de daños a personas civiles.
La Declaración política sobre el fortalecimiento de la protección de las personas civiles contra las consecuencias humanitarias derivadas del uso de armas explosivas en zonas pobladas fue adoptada en 2022 por más de 80 Estados. Es el primer instrumento de su tipo que establece el compromiso para los Estados, así como para otras partes, de revisar sus políticas y prácticas militares con el fin de restringir o abstenerse del uso de armas explosivas en zonas pobladas, donde ese uso puede causar daño a la población civil. Cuando este instrumento se implementa apropiadamente, puede contribuir en gran medida a aliviar el sufrimiento de la población civil y a fortalecer el respeto del DIH.
¿Qué normas regulan la transferencia de armas a una parte en un conflicto armado?
Con miras a reducir el sufrimiento humano, el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) prohíbe a los Estados Partes autorizar la exportación, el tránsito o cualquier otro tipo de transferencia de armas convencionales, municiones y partes y componentes relacionados contemplados por el TCA si se tiene conocimiento de que se utilizarán para cometer crímenes de guerra u otros crímenes internacionales (Artículo 6). El TCA también prohíbe a los Estados Partes exportar armas en caso de que exista un riesgo preponderante de que las armas suministradas se utilicen para cometer o facilitar una violación grave del DIH (Artículo 7). Existen instrumentos regionales que imponen restricciones similares.
Todos los Estados, aunque no sean Partes en el TCA, tienen la obligación de abstenerse de transferir armas a una parte en un conflicto armado en caso de riesgo sustancial o evidente de incentivo, complicidad o ayuda en la comisión de violaciones del DIH. Por otra parte, los Estados que transfieren armas deben hacer todo lo que esté a su alcance, dentro de lo razonable, para prevenir y poner fin a violaciones del DIH cometidas por sus socios en el comercio de armas (Artículo 1 común a los Convenios de Ginebra de 1949). Los Estados que suministren armas a una parte en un conflicto armado en curso pueden ser considerados particularmente influyentes para hacer cumplir el DIH, dada su capacidad de facilitar o retener los medios por los cuales pueden cometerse violaciones del DIH. Negarse a transferir armas, limitar o condicionar las transferencias son medios prácticos que tienen los Estados que transfieren armas para prevenir las violaciones del DIH.
Más información sobre las transferencias de armas a partes en conflictos armados.
¿Qué establece el DIH sobre la tortura?
La tortura y otras formas de malos tratos están absolutamente prohibidas en todas partes y en todo momento. El DIH y el derecho internacional de los derechos humanos se complementan mutuamente para crear un conjunto de normas integral para la prevención y la sanción de los actos de tortura y de otras formas de malos tratos.
Los Estados han acordado que no existen excusas para cometer tortura. El sufrimiento causado por esas prácticas puede tener efectos perturbadores en las víctimas, que a veces se prolongan por años..
¿Qué establece el DIH respecto de la seguridad alimentaria?
Una preocupación recurrente en los conflictos es la inseguridad alimentaria extrema. El DIH contiene normas importantes que pueden evitar que una situación se convierta en una crisis alimentaria extrema. Por ejemplo, las partes en conflicto tienen la obligación de satisfacer las necesidades básicas de la población que se halle bajo su control.
Por otro lado, el DIH prohíbe específicamente hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra; la violación de esa norma puede constituir un crimen de guerra. Además, los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, como los alimentos, las zonas agrícolas, las cosechas, el ganado, las instalaciones y los insumos que se utilizan para el suministro de agua potable y las obras de riego gozan de protección específica.
No pueden ser objeto de ataques y no se los puede destruir, eliminar o inutilizar de alguna otra manera. Análogamente, el respeto de otras normas del DIH puede cumplir un papel importante en la prevención de la inseguridad alimentaria, como la protección del medio ambiente, las limitaciones de los sitios y el acceso a la ayuda humanitaria.
¿De qué protección gozan los niños?
Además de la protección conferida a la población civil en virtud de las normas que rigen la conducción de las hostilidades, el DIH otorga un respeto y una protección especiales a los niños durante los conflictos armados. Esa protección abarca el acceso a alimentos, agua, asistencia de salud, educación, protección de la separación familiar y salvaguardas especiales durante evacuaciones.
Los niños son profundamente afectados cuando la guerra se libra en entornos urbanos. Sufren consecuencias que inciden en su salud, desarrollo y bienestar. Por ejemplo, debido a las particularidades anatómicas y fisiológicas de la infancia, los explosivos diseñados para herir a un combatiente adulto pueden provocar lesiones muy graves y, a menudo, mortales a un niño. Los niños también corren riesgo de perder el contacto con sus familiares o quedar separados de ellos, por ejemplo, si son hospitalizados o durante una evacuación, un desplazamiento o cuando intentan ponerse a resguardo de un ataque.
La guerra urbana priva a los niños de educación o altera su normal desarrollo, sobre todo cuando las escuelas son utilizadas con fines militares, son atacadas, sufren daños incidentales o cuando se usan como refugios. El DIH contiene disposiciones para que alumnos, docentes y establecimientos educativos reciban protección durante un conflicto armado de modo que no se interrumpa la educación.
¿Qué dice el DIH acerca de la protección de los periodistas?
Conforme al derecho internacional humanitario, se debe respetar y proteger a los periodistas que desempeñan misiones profesionales en zonas de conflicto armado. Esta norma se extiende a todos los profesionales de los medios de comunicación, incluidos los corresponsales, periodistas y fotógrafos que cumplen funciones profesionales en zonas afectadas por conflictos.
En su calidad de personas civiles, gozan de protección contra los ataques, salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación. Además, se exhorta a las Partes a que tomen medidas para asegurar la seguridad de los periodistas y protegerlos contra la intimidación, el secuestro y la detención arbitraria.
Durante los conflictos armados internacionales, en las zonas de conflicto trabajan dos categorías de profesionales de los medios: (1) corresponsales de guerra autorizados a acompañar a las fuerzas armadas sin ser miembros de estas y (2) periodistas independientes. Si son capturados, los primeros tienen derecho al estatuto de prisionero de guerra y los segundos gozan de protección como personas civiles.
En la medida de lo factible, el CICR procura ofrecer una amplia gama de servicios a los profesionales de los medios y a sus familiares, por ejemplo, confirmar las denuncias de arresto de periodistas, visitar a las personas arrestadas, proporcionar información sobre la suerte y el paradero de los periodistas a sus familiares y empleadores, mantener el contacto de los periodistas con sus familiares, buscar a periodistas desaparecidos y llevar a cabo la evacuación médica de periodistas heridos. El CICR también brinda formación en derecho internacional humanitario y presta apoyo a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja proporcionando cursos de primeros auxilios para periodistas.
Para obtener más información sobre la protección de los periodistas y la forma en que el CICR puede prestar ayuda, se puede consultar el documento La protección de los periodistas - Preguntas frecuentes.
Proceder con cuidado antes de difundir
Si se encuentran contenidos en línea que se consideran falsos o que inducen a error, se puede informar de ello directamente a la plataforma de medios sociales.
También se puede ayudar a frenar la difusión de información falsa comprobando la veracidad de la información dudosa antes de compartirla con otras personas.
Más información: Derribar narrativas perjudiciales para la labor del CICR en Israel y el territorio palestino ocupado
Más recursos del derecho internacional humanitario:
- Preguntas frecuentes sobre las leyes de la guerra.
- La protección de la población civil durante los sitios.
- El legado mortal de los restos explosivos de guerra [en inglés].
- Inseguridad alimentaria en tiempo de conflicto armado.
- La protección de los hospitales.
- Cómo funcionan los corredores humanitarios.
- Acceso humanitario en tiempo de conflicto armado [en inglés].
- Israel and the occupied territories: how international humanitarian law applies (podcast) [en inglés]
- Transferencias de armas a partes en conflictos armados: qué dice el derecho .
Lea nuestro documento más reciente con hechos y cifras actualizado a diciembre de 2023
Para más información sobre las leyes de la guerra: