Malí: lucha por la supervivencia en Kidal pese a la falta de agua y asistencia de salud

07 agosto 2015
Malí: lucha por la supervivencia en Kidal pese a la falta de agua y asistencia de salud
Centro de salud de Kidal, Malí. Un equipo del CICR atiende a un herido. CC BY-NC-ND/CICR

"Gran parte del personal médico ha huido de los enfrentamientos y hay una gran escasez de agua en la región de Kidal, en el norte de Malí", señaló Ibrahima Tounkara, que está a cargo de las actividades del CICR en la zona. Para ayudar a la población gravemente afectada por los efectos combinados del conflicto y las duras condiciones climáticas, un equipo médico del CICR compuesto por seis personas trabaja con el personal médico local en el principal centro de salud de Kidal. La provisión de agua también ha mejorado desde que el CICR aportó generadores para mantener el bombeo en los pozos de la zona.

¿Puede describir, desde una perspectiva humanitaria, la situación en Kidal y la región aledaña?

Es una región desértica, y el agua es muy escasa. La población pasa días enteros buscando agua. Esto perjudica la agricultura y la ganadería: se ha notificado el hallazgo de cadáveres de animales en varios lugares (Abiyou, Tassik, Agharouss, Intibzaz). Además, las instalaciones de salud se han visto gravemente afectadas por el conflicto: gran parte del personal médico ha huido de los enfrentamientos, y es difícil obtener una atención sanitaria digna.

¿Qué está haciendo el CICR?

Se ha destacado en Kidal un equipo médico de seis personas especializado en el tratamiento de pacientes con heridas de guerra. Trabaja con el personal local en el principal centro de salud de la ciudad. También evaluamos las necesidades de atención primaria de la salud en la zona de Tessalit, en el norte de la región de Kidal, para establecer qué podemos hacer allí en el futuro. Mientras tanto, nuestros equipos se esfuerzan por satisfacer las necesidades básicas de la población, por ejemplo en lo que respecta al acceso al agua.

¿Cómo es la situación en el principal centro de salud de Kidal?

Hemos terminado de renovar el edificio en el que funciona el centro de salud y hemos actualizado sus sistemas de electricidad, agua y aire acondicionado. El quirófano está operativo y el equipo de cirugía del CICR ha comenzado a trabajar allí. Ya se han realizado al menos una docena de operaciones, y treinta mujeres han dado a luz en las mejores condiciones posibles de salud e higiene. Se han atendido más de mil consultas médicas y se ha ingresado en el hospital a cincuenta personas, algunas de ellas heridas en enfrentamientos armados en el norte del país.

Gracias al apoyo del CICR, los pacientes ingresados en el hospital, las embarazadas y los niños menores de cinco años han recibido en todos los casos tratamiento gratuito. También se ha contratado a unas cincuenta personas para reforzar el personal médico, y el CICR tiene previsto incrementar su apoyo en materia de equipos, personal y medicamentos en los próximos meses.

¿Qué otras prioridades tiene el CICR en Kidal?

Hemos aportado generadores para mantener las bombas de agua en funcionamiento en ocho pozos, que abastecen a aproximadamente 17.000 personas. Ayudamos a los agricultores y criadores de ganado de la región mediante la construcción de pozos, la distribución de pienso para los animales y la vacunación del ganado. También tenemos previsto apoyar varios proyectos de generación de ingresos, como hacemos en otras partes de Malí.

Y colaboramos con la Cruz Roja Maliense para ayudar a las personas separadas de sus familiares como consecuencia del conflicto a establecer el contacto con sus seres queridos. Por último, continuamos con nuestras sesiones de sensibilización sobre derecho internacional humanitario, especialmente entre los grupos armados, para fomentar el respeto de nuestras acciones humanitarias neutrales e imparciales.

¿Qué desafíos afrontan los trabajadores humanitarios?

Lamentablemente, las preocupaciones relativas a la seguridad están siempre presentes al viajar por ciertas zonas e incluyen el peligro de artefactos explosivos que se siguen cobrando vidas. Esto hace que la gestión de la seguridad sea un desafío y restringe los movimientos de los trabajadores humanitarios. El CICR es una de los pocos organismos humanitarios internacionales que trabajan sobre el terreno en Kidal en los últimos años, pese a haber sufrido varios incidentes de seguridad.