¿Por qué es importante el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares?

¿Por qué es importante el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares?

Artículo 22 enero 2021

El 22 de enero de 2021 ha entrado en vigor el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares (TPAN), el primer instrumento de derecho internacional humanitario que mitiga las consecuencias humanitarias catastróficas causadas por el uso y el ensayo de armas nucleares.

Hoy la humanidad ha conseguido una victoria, por la que muchas personas han estado trabajando durante décadas. Es, sin duda, una de las primeras buenas noticias de 2021. Magnus Lovold, asesor del CICR en políticas sobre armas nucleares, explica por qué es importante este tratado, qué cambiará con su entrada en vigor y cuáles son los próximos pasos.

1. ¿Qué países han ratificado el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares?

Hasta el 22 de enero de 2021, 51 países han ratificado el Tratado, o se han adherido a él

Antigua y Barbuda, Austria, Bangladesh, Belice, Benín, Bolivia, Botsuana, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Fiyi, Gambia, Guyana, Honduras, Irlanda, Islas Cook, Jamaica, Kazajistán, Kiribati, Lesoto, Malasia, Maldivas, Malta, México, Namibia, Nauru, Nicaragua, Nigeria, Niue, Nueva Zelanda, Palau, Palestina, Panamá, Paraguay, República Democrática Popular Lao, San Cristóbal y Nieves, Samoa, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Marino, Santa Sede, Sudáfrica, Tailandia, Trinidad y Tobago, Tuvalu, Uruguay, Vanuatu, Venezuela y Vietnam.

Además, 37 Estados han firmado el Tratado pero no lo han ratificado aún, y unos 40 Estados han expresado su apoyo al tratado en la ONU, pero hasta ahora no lo han firmado ni ratificado. El CICR trabaja para alentar a los Estados a tomar medidas de ratificación o adhesión. Y nuestro trabajo no habrá terminado hasta que todos los Estados sean Partes en este instrumento.

2. ¿Qué acciones son ilegales de acuerdo con el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares?

La entrada en vigor del tratado de prohibición nuclear –el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, de acuerdo con su denominación oficial– prohíbe el uso, el desarrollo, el ensayo, la producción, la fabricación, la adquisición, la posesión y el almacenamiento de armas nucleares. También establece que es ilegal ayudar, alentar o inducir de cualquier manera a nadie a realizar cualquier actividad prohibida por el Tratado. A partir del 22 de enero de 2021, el Tratado es jurídicamente vinculante para los 51 Estados que lo han ratificado o se han adherido a él. En el futuro, será vinculante para los demás Estados que lo ratifiquen o se adhieran a él.

El Tratado es el primer instrumento de derecho internacional que ayuda a mitigar las consecuencias humanitarias catastróficas del uso y del ensayo de armas nucleares, en particular, al exigir a los Estados que asistan a las víctimas afectadas por el uso y el ensayo de armas nucleares, y que restauren las zonas contaminadas. Formaliza en un instrumento jurídico una firme convicción internacional, tanto de los Estados como de la sociedad civil, de que cualquier uso de armas nucleares es inaceptable, independientemente de su fundamento.

Mediante la prohibición explícita e inequívoca del uso de armas nucleares, el TPAN envía una señal contundente: su uso sería inaceptable desde una perspectiva moral y humanitaria y, además, sería ilegal conforme al derecho internacional humanitario (DIH).

3. ¿El Tratado obligará a los países a destruir sus armas nucleares?

Sí y no. La entrada en vigor del TPAN significa que las disposiciones del Tratado serán jurídicamente vinculantes para los Estados que lo hayan ratificado o que se hayan adherido a él. Los Estados con armas nucleares tendrían que destruir sus armas nucleares antes de hacerse Partes en el Tratado o comprometerse a hacerlo conforme a un plan jurídicamente vinculante y con plazos concretos para eliminar sus programas de armas nucleares de forma verificable e irreversible.

Sin embargo, para que esto se haga efectivo, los Estados que poseen armas nucleares deberán hacerse Partes en el Tratado, lo cual aún no han hecho. En particular, deben destruir sus armas nucleares o asumir el compromiso de destruirlas.

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4. Ahora que el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares ha entrado en vigor, en concreto, ¿qué cambiará? ¿Podría la amenaza nuclear estar más cerca de cero?

Ya existe un fuerte rechazo internacional al uso de armas nucleares. Este tabú ha estigmatizado las armas nucleares como un medio inaceptable de guerra, desde un punto de vista moral, humanitario y ahora también jurídico. Por esta razón, en parte, las armas nucleares no se han vuelto a utilizar desde los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki en 1945.

Pero, mientras existan armas nucleares, existe el riesgo de que se vuelvan a utilizar, por accidente, por error de cálculo o en forma deliberada. Hoy en día, vemos que el riesgo de uso de armas nucleares está en aumento.

No nos confundamos: la entrada en vigor de este Tratado es un logro importantísimo y una gran victoria, pero marca un nuevo comienzo, no el final, de nuestros esfuerzos por reforzar el tabú contra el uso de armas nucleares. Por lo tanto, sería ilusorio esperar que, gracias a este Tratado, el mundo esté libre de armas nucleares mañana. En cambio, el Tratado debería verse como el punto de partida moral y jurídico de un esfuerzo de largo plazo dirigido a lograr el desarme nuclear y la no proliferación de armas nucleares. Así funciona el derecho internacional.

Dicho esto, la norma establecida por prohibiciones de armas en el pasado ha incidido en las políticas de gobiernos, empresas y bancos en países que no se habían adherido a tales tratados. Las prohibiciones que contiene el TPAN establecen una norma clara, una vara con la que deberán medirse todos los esfuerzos encaminados a lograr un mundo libre de armas nucleares.

5. Ninguno de los países que poseen armas nucleares ha firmado el tratado: ¿qué significa para ellos?

El Tratado refuerza el tabú contra el uso de armas nucleares. En ese sentido, aumenta la presión sobre los Estados poseedores de armas nucleares para que reduzcan y eliminen sus arsenales nucleares, de conformidad con sus compromisos y obligaciones internacionales, en particular, los previstos en el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares (TNP).

El Tratado también proporciona un instrumento contundente de influencia a los actores que abogan por la prohibición y la eliminación de las armas nucleares. Independientemente del plazo que se considere necesario para lograr un mundo sin armas nucleares, se necesitará una norma inequívoca que establezca la ilegalidad de estas armas.

6. ¿Qué le sucedería a un país que, de todas formas, decidiera lanzar un ataque nuclear?

Habida cuenta de la catástrofe humanitaria de proporciones sin precedentes que todo uso de armas nucleares podría generar, un ataque nuclear sería objeto de una amplia condena y de horror en el plano internacional. Las consecuencias devastadoras e inmanejables son la razón por la cual las armas nucleares no se han utilizado en 75 años. Tal como concluyó el CICR, dadas sus consecuencias catastróficas en el plano humanitario, es sumamente dudoso que las armas nucleares puedan emplearse de conformidad con el derecho internacional humanitario. Esta es también la razón por la cual debemos actuar ahora para, en primer lugar, evitar que se produzca una explosión nuclear, eliminando cualquier posibilidad de uso y ensayo de armas nucleares.

La entrada en vigor del TPAN es el principio –no el final– de nuestros esfuerzos.

7. ¿Cuáles son las principales diferencias entre el Tratado de no proliferación de las armas nucleares (TNP) y el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares (TPAN)? ¿Qué novedad aporta el TPAN respecto del TNP?

Al ofrecer vías para la eliminación de las armas nucleares, el TPAN es un paso concreto hacia el cumplimiento de las obligaciones de desarme establecidas en el TNP. Sin embargo, el TNP suele ser visto como un "gran pacto", en el que los Estados que no poseen armas nucleares abandonan la opción de esas armas a cambio de una obligación jurídica de los Estados que poseen armas nucleares de desarmarse y, con el tiempo, eliminar las armas nucleares. En cambio, el TPAN directa y categóricamente prohíbe las armas para todos los Estados Partes, independientemente de que posean armas nucleares al momento de ratificar el Tratado.

Es importante recalcar que el TPAN también prohíbe el uso de armas nucleares, mientras que el TNP se centra en la transferencia, la fabricación y la compra de esas armas.

8. ¿El Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares (TPAN) no socava el Tratado de no proliferación (TNP)?

Lejos de socavar el TNP, el TPAN complementa y apoya los objetivos de desarme y no proliferación establecidos por el TNP. En realidad, la prohibición categórica y total de las armas nucleares establecida en el TPAN añade un factor disuasorio de la proliferación de armas nucleares. Es un paso concreto hacia la aplicación de la obligación establecida en el artículo VI del TNP de proseguir negociaciones sobre medidas eficaces para el desarme nuclear.

Las preocupaciones por preservar el Tratado de no proliferación como el pilar de los esfuerzos por el desarme nuclear deberían centrarse en lograr la aplicación plena y efectiva de las obligaciones establecidas en su artículo VI y, en particular, de los compromisos respecto del desarme y la reducción de riesgos contraídos en el Plan de acción adoptado en la Conferencia de examen del TNP celebrada en 2010.

9. ¿Cuáles son las próximas etapas en la lucha contra las armas nucleares?

La entrada en vigor del TPAN marca un nuevo inicio de nuestros esfuerzos por lograr un mundo sin armas nucleares. Debemos trabajar ahora, en los años y las décadas venideros, para promover la adhesión a las prohibiciones que establece el Tratado. Esta es la tarea que ahora nos espera. Cada firma, cada ratificación, nos acercarán a lograr el potencial de este instrumento. Debemos hacer todo lo posible por que los Estados Partes implementen estrictamente sus disposiciones.

Además, debemos seguir instando a los Estados poseedores de armas nucleares y a sus aliados a que adopten medidas para reducir el riesgo del posible uso de armas nucleares, en particular, retirando las armas nucleares del estado de "alerta máxima" y reduciendo su papel en las políticas de seguridad y doctrinas militares, y a largo plazo, a que firmen y ratifiquen el Tratado, por supuesto.

En términos más prácticos, la entrada en vigor del TPAN dará inicio rápidamente a su implementación, y conllevará la obligación de los Estados Partes de declarar, en el plazo de un mes, si poseen armas nucleares y, en caso afirmativo, de explicar cómo prevén eliminar sus arsenales nucleares. Se deberá organizar una primera reunión de los Estados Partes en el plazo de doce meses a partir de la entrada en vigor. Esa reunión brindará una oportunidad para intentar lograr la adhesión de más Estados Partes, así como para analizar las formas más eficaces de asistir a las víctimas y sobrevivientes del ensayo y el uso de armas nucleares y de restaurar las zonas contaminadas por la radiación.

Por último, no debemos olvidar que la evidencia del sufrimiento y la devastación que provocaron son la razón más contundente para prohibir y eliminar las armas nucleares. Por lo tanto, debemos continuar nuestras tareas de sensibilización sobre las consecuencias catastróficas de las armas nucleares en el plano humanitario y sobre la necesidad de proteger a las generaciones presentes y futuras contra esas armas particularmente horrendas.

No podemos prepararnos para las consecuencias catastróficas de una detonación nuclear. Y debemos prevenir todo aquello para lo cual no podemos prepararnos. Hasta la fecha, 86 Estados han firmado el Tratado y 51 Estados también lo han ratificado o se han adherido a él. Nuestro trabajo no habrá terminado hasta que todos los Estados se hayan hecho Partes en este Tratado.

...mientras existan armas nucleares, existe el riesgo de que se vuelvan a utilizar...

10. ¿Por qué necesitamos que se prohíban las armas nucleares?

Las armas nucleares deben prohibirse porque tienen consecuencias humanitarias inaceptables y porque constituyen una amenaza para la humanidad. Lo cierto es que la comunidad internacional nunca podría albergar la esperanza de afrontar las consecuencias de un enfrentamiento nuclear. Ningún país está preparado para hacer frente a la catástrofe humanitaria causada por una detonación nuclear. Los efectos de la detonación de un arma nuclear –en particular, la lluvia radiactiva transportada por el viento– no pueden ser contenidos dentro de las fronteras nacionales. 

Del mismo modo, ningún organismo internacional podría encarar de manera adecuada la emergencia humanitaria inmediata ni las consecuencias a largo plazo de la detonación de un arma nuclear, en particular, en el caso de las detonaciones en una zona poblada o en sus cercanías, ni proporcionar la asistencia adecuada a las personas afectadas. Debido al enorme sufrimiento y a la destrucción causados por una detonación nuclear, probablemente, no sería posible establecer esas capacidades, aunque se lo intentara.

11. ¿Cuál sería el efecto concreto de un enfrentamiento nuclear?

En primer lugar, la onda expansiva, la onda térmica, la radiación y la lluvia radiactiva generadas por las explosiones nucleares causan incontables muertes y tienen efectos devastadores en el cuerpo humano, a corto y largo plazo, y los servicios de salud existentes no disponen de los recursos necesarios para aliviarlos de manera significativa.

Además, la detonación de un arma nuclear, en particular, en una zona poblada o en sus cercanías, probablemente desencadenaría un desplazamiento en gran escala, así como daños a largo plazo en el medio ambiente, la infraestructura, el desarrollo social y económico y el orden social. Se necesitarían varias décadas para reconstruir la infraestructura y para restablecer las actividades económicas, el comercio, las comunicaciones, las instalaciones de asistencia de salud y las escuelas. 

Por último, las técnicas modernas de modelado ambiental demuestran que incluso el empleo "a pequeña escala" de aproximadamente cien armas nucleares, además de propagar la radiación por todo el mundo, conduciría a un enfriamiento de la atmósfera, temporadas de cultivo más cortas, escasez de alimentos y una hambruna mundial. En consecuencia, las armas nucleares constituyen una amenaza, no para un país en particular, sino para la humanidad en su conjunto.

12. ¿Qué se puede hacer a individual para que más países apoyen la ratificación del TPAN?

Los ciudadanos pueden sensibilizar sobre lo que está en juego para que se incluya la cuestión de las armas nucleares en los programas de organizaciones cívicas, religiosas, sociales y otras de las que formen parte; pueden transmitir este mensaje a través de la difusión del contenido que el CICR prepara en las plataformas de las redes sociales; pueden escribir a los medios de comunicación locales para transmitir estas preocupaciones.

"...debemos continuar nuestras tareas de sensibilización sobre las consecuencias catastróficas de las armas nucleares en el plano humanitario..."

Dependiendo del lugar donde vivan, pueden instar a los dirigentes políticos y a quienes puedan influir en ellos a que cumplan los compromisos de larga data en materia de reducción y eliminación de las armas nucleares, se adhieran al Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares y trabajen con urgencia para reducir los crecientes riesgos de la utilización de armas nucleares.