A través del proyecto Promoviendo Oportunidades de Inclusión Social se facilitan talleres de producción de piñatas como parte de la labor de fortalecimiento comunitario. La beneficiaria ha logrado mejorar su economía familiar gracias al negocio de piñatas que ha establecido en su casa.
Los jóvenes se han organizado en orquestas de batucada en sus barrios, y reciben peticiones para actuar en conciertos en festivales y eventos que se celebran en distintas zonas del país. De ese modo obtienen ingresos con los que apoyan la economía de sus familias.
Para contribuir a mitigar las consecuencias humanitarias de la violencia en las comunidades, el programa Promoviendo Oportunidades de Inclusión Social brinda espacios de fortalecimiento comunitario. Con una creciente popularidad, el grupo de break dance ensaya cada semana y ofrece espectáculos en distintos eventos en el país.
Para muchas personas que sufrieron las consecuencias humanitarias del conflicto, y que perdieron el acceso para cultivar sus parcelas agrícolas, las distribuciones mensuales de alimentos fueron un sostén vital fundamental.
Con el fin de promover la autosuficiencia y reducir la dependencia de las distribuciones mensuales, se entregaron semillas, abono y herramientas agrícolas como parte del programa de paquetes agrícolas instaurado en 1987.
Entre 1982 y 1987, se llevaron a cabo las entregas de alimentos dirigidas a comunidades afectadas por el conflicto armado las cuales, en consecuencia, habían perdido el acceso a sus medios de sustento económico. Con las aportaciones se logró paliar el sufrimiento de miles de familias salvadoreñas.
Muchas mujeres quedaron como cabeza del hogar teniendo que responder del cuidado y sustento de sus familias durante el conflicto.
Convoy de ambulancias del CICR traslada a heridos de guerra del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) hacia el aeropuerto de Comalapa para su evacuación a Cuba.
A través de su acción humanitaria, neutral e imparcial, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja brinda su asistencia humanitaria a aquellos con mayores necesidades, que no participan, o que han dejado de participar en las hostilidades; independientemente de su procedencia, afiliación política o religiosa.
Bajo el auspicio del CICR y con la colaboración de la Cruz Roja Salvadoreña, un combatiente herido del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) llega al aeropuerto para ser evacuado y poder recibir tratamiento médico especializado en Cuba.
La madre y hermana de José Ángel, un migrante desaparecido a lo largo de su ruta migratoria, participan en una sesión de apoyo donde comparten su sufrimiento y necesidades con otras familias en su misma situación.
La incertidumbre sobre la suerte y el paradero de un ser querido es una dura realidad para muchas familias de personas desaparecidas en la región, ya sea a causa de desastres naturales, conflictos armados o procesos migratorios. Padres, hermanos, cónyuges e hijos reviven cada día el sufrimiento y la desesperación por no conocer lo que puede haber acontecido a sus allegados. Todas ellas tienen derecho a saber la suerte y el paradero de la persona desaparecida, una responsabilidad que atañe a los Estados.
La madre de Joaquín, un migrante desaparecido, transmite a colaboradores de la Cruz Roja Salvadoreña y del CICR su sufrimiento, sus necesidades más acuciantes y sus vivencias desde que desapareció su hijo. No hay mayor angustia para una madre que enfrentar cotidianamente dicha situación.
Convoy del CICR traslada a miembros de las Fuerzas Armadas liberados por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) durante el conflicto armado. La participación del CICR para facilitar esta liberación fue posible gracias a la aceptación de su actuación como intermediario neutral e imparcial por todas las partes en conflicto.
Cincuenta y cuatro miembros de las Fuerzas Armadas capturados durante el conflicto armado son entregados al CICR para ser trasladados y entregados a las autoridades militares. En el mundo, el CICR ofrece sus servicios para facilitar, a petición de las partes a un conflicto, este tipo de misiones humanitarias.
Sin ser árbitro ni mediador en los conflictos, el CICR trabaja con un mandato esencial: proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia, y prestarles asistencia y protección.
Como parte de su labor humanitaria, el CICR facilita la entrega de personas en poder de grupos armados y/o de las Fuerzas Armadas durante los conflictos armados.
Durante los conflictos armados, el CICR vela por que se garanticen las adecuadas condiciones de las personas privadas de libertad, y que éstas reciban un trato digno de acuerdo con los estándares internacionales, y especialmente el derecho internacional humanitario.
Según las modalidades de trabajo del CICR en el marco de visitas a personas privadas de libertad, la institución lleva a cabo entrevistas sin testigos para evaluar el trato de la persona bajo detención. Dichas visitas son repetidas de manera frecuente y con la periodicidad que el CICR considere oportuna hasta la liberación de la persona privada de libertad.
Durante los conflictos armados, el CICR visita en el marco de su mandato, por iniciativa propia, y con el consentimiento de las partes al conflicto, a las personas que han sido privadas de su libertad.
Personas privadas de libertad trabajan en una panadería del centro penitenciario de Cojutepeque, financiada por las Embajadas de Alemania y Gran Bretaña, e instalada por el CICR. Dichas actividades buscan brindar formación profesional y contribuir al proceso de reinserción laboral de estas personas, muchas de ellas jóvenes.
Personas privadas de libertad desarrollan actividades artesanales en el centro penitenciario de Cojutepeque. Dichas actividades contribuyen a subsanar ciertas de las necesidades de sus familias así como las suyas durante su estancia en el penal.
A través de su diálogo bilateral y confidencial con las autoridades penitenciarias, el CICR se esfuerza en promover mejoras en las condiciones de detención y en el trato que reciben las personas privadas de libertad durante su estancia en centros penales. En el marco de su acción exclusivamente humanitaria, la institución brinda especial atención a las personas con mayores factores de vulnerabilidad, como es el caso de los menores, velando así por su bienestar.
Una de las mujeres detenidas del sector de la tercera edad descansa sobre su cama improvisada en el piso. Toda persona privada de libertad tiene derecho a condiciones de detención y a un trato digno.
El CICR trabaja para mejorar las condiciones materiales de las personas privadas de libertad a través de su Programa de Agua y Hábitat, y busca soluciones a aspectos tales como las altas tasas de hacinamiento prevalentes en los centros penales del país. Esta labor forma parte del mandato exclusivamente humanitario del CICR.
En El Salvador, el CICR realiza visitas a los centros penitenciarios del país y evalúa las condiciones de detención de la población penitenciaria desde el año 2012.Toda persona privada de libertad tiene derecho a gozar de condiciones de detención dignas. Las personas privadas de libertad forman parte de la sociedad y como tal, debe velarse por evitar toda situación de exclusión.
La salud en los centros penitenciarios es un elemento primordial en el marco de la salud pública. Por ello, el CICR trabaja con las autoridades para promover la higiene, el saneamiento y el acceso a agua potable en diversos centros penitenciarios del país, contribuyendo así a mejorar, entre otros, los aspectos de salud preventiva.
El CICR apoya mejoras estructurales como parte de las medidas de prevención en los centros penitenciarios de la región, con el fin de reducir riesgos tales como por incendios, o asociados a la existencia de infraestructura vetusta. Asimismo, la institución sensibiliza y forma a personal especializado de dichas instituciones penitenciarias, contribuyendo así a mejorar las condiciones tanto de las personas privadas de libertad, como del personal que trabaja en dichas instituciones.
El CICR dialoga con las personas privadas de libertad sobre sus condiciones, el trato que reciben, y las necesidades humanitarias que enfrentan; y entabla un diálogo bilateral y confidencial sobre dichas temáticas humanitarias con las autoridades competentes.
Madre de una persona desaparecida presenta una solicitud de búsqueda de un ser querido. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja actúa para restablecer el contacto entre familiares cuando los medios habituales de comunicación han dejado de funcionar, y las personas no pueden retomar contacto con sus seres queridos.
El CICR y las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, coordinan sus esfuerzos para hacer posible el restablecimiento del contacto entre familiares que han quedado separados como consecuencia de conflictos, situaciones de violencia, desastres naturales o procesos migratorios.
Acabar con la incertidumbre y la angustia de aquellas personas que han perdido el contacto con sus familiares es una necesidad fundamental para tantas personas en el mundo. Los Mensajes Cruz Roja son cartas sin sellos, que pueden leer las autoridades y que contienen noticias de índole estrictamente familiar o privada. Las redes de voluntarios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja de cada país, son clave para buscar y hacerlos llegar a sus destinatarios.
Durante el conflicto armado, el CICR y la Cruz Roja Salvadoreña desplegaron su acción humanitaria con consultas médicas mensuales, facilitando a la población civil de comunidades desplazadas mantener su acceso a los servicios de salud.
Los niños y menores de edad están entre los grupos con mayores factores de vulnerabilidad. Durante el conflicto armado, las comunidades especialmente afectadas pudieron recibir los cuidados y atención médicos del personal médico del CICR y la Cruz Roja Salvadoreña.
El CICR brinda asistencia humanitaria en materia de agua y hábitat a través de proyectos de construcción e ingeniería, con la finalidad de garantizar que las personas afectadas por conflictos armados u otras situaciones de violencia, tengan acceso a un recurso tan imprescindible como es el agua potable, y puedan salvaguardar sus medios de vida.
Letrinas en proceso de construcción para garantizar la higiene y contribuir a la prevención de enfermedades en la población desplazada que retornó a San Miguel, su localidad de origen.
El CICR mantiene un diálogo bilateral y confidencial de índole humanitario con todas las partes al conflicto en el que destaca la importancia del respeto al derecho internacional humanitaria para la protección de la población civil.
Miembros de las Fuerzas Armadas son sensibilizados sobre el derecho internacional humanitario, con el fin de velar por la protección de las personas que no participan o que han dejado de participar en las hostilidades.
A través de difusiones, el CICR promueve el conocimiento de la acción humanitaria neutral, imparcial e independiente de los componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, para facilitar y asegurar el acceso de la Institución a las personas afectadas por un conflicto armado u otras situaciones de violencia.
Apelando a su condición de actor imparcial, neutral e independiente, el CICR promovió la repatriación de personas civiles durante el conflicto entre El Salvador y Honduras.
En su rol de intermediario neutral, el CICR presta sus servicios para facilitar el intercambio de prisioneros durante o al término de un conflicto armado. Los prisioneros de guerra tienen de facto un estatuto de protegidos bajo el derecho internacional humanitario, y por ello, derecho a un trato digno.