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Sudán del Sur: la larga caminata de una embarazada para dar a luz en condiciones seguras

A menudo, dar a luz en Sudán del Sur es peligroso y difícil. La atención médica puede encontrarse muy lejos, por lo que las parturientas se ven obligadas a dar a luz en sus hogares o a ir a pie, en estado avanzado de gestación, para llegar a un centro de atención de salud- un trance difícil que debió atravesar Nyachang Banguot, de 17 años.

Las comadronas tradicionales de Thuok, la aldea de Nyachang, temían que la escasa estatura de la joven- una adolescente de solo 1,50 m- le impidiera tener un parto normal y que éste resultara mortal tanto para la madre como para el bebé.

Por ello, cuando se cumplió el período de gestación, Nyachang se puso en marcha y caminó durante 6 horas hasta Maiwut, en el extremo noreste del país, cerca de la frontera con Etiopía. Llegó un viernes, las parteras le brindaron atención prenatal y, al día siguiente, Nyachang dio a luz a una beba saludable.

Brindar atención en tiempos inseguros

El conflicto que estalló en Sudán del Sur en diciembre de 2013 provocó un prolongado estado de inseguridad, un enorme desplazamiento de personas y el quiebre de la atención básica de la salud. El CICR brindó ayuda mediante programas de atención primaria de la salud en cinco lugares del país, específicamente en Waat, Motot, Akoka, Kodok y Maiwut.

Estos centros brindan asistencia prenatal, vacunación, servicio de parto en condiciones de salubridad, asistencia posparto, planificación familiar y atención curativa para pacientes ambulatorios. La noticia sobre la existencia de los centros se divulgó entre los habitantes de los alrededores y la concurrencia es cada vez mayor. Entre 2014 y 2015, el CICR brindó asistencia prenatal a 6.700 mujeres y prestó ayuda en 500 partos en todo el país.

La asistencia prenatal fue doblemente importante para Nyakuoth, de 24 años, oriunda de Bentiu. Madre de una criatura de dos años, Nyakuoth comenzó a concurrir a consultas de asistencia prenatal en Waat durante el segundo trimestre de su segundo embarazo.

Nyakuoth había quedado al cuidado de unos familiares durante la ausencia de su esposo, que había viajado a Etiopía. En ese período, Nyakuoth concurrió a cuatro consultas preparto y recibió atención médica para la prevención de parásitos, de la anemia y de la malaria, así como asesoramiento sobre alimentación, medidas de higiene, amamantamiento, intervalo entre embarazos (cuánto tiempo dejar pasar entre cada embarazo) y reconocimiento de las señales de peligro.

El 23 de noviembre de 2015, Nyakuoth llegó al centro médico de Waat a las 6 de la mañana. Cinco horas después, dio a luz a mellizos varones que pesaron 2.9 y 1.9 kilos, respectivamente. El amamantamiento comenzó de inmediato y los bebés quedaron al abrigo del frío. Pero más tarde, Nyakuouth sufrió una hemorragia posparto (principal causa de mortalidad materna) que fue eficazmente resuelta por las parteras.

Nyakuouth quedó internada en el centro asistencial durante cuatro días para dejarla bajo observación respecto del sangrado y para controlar el amamantamiento y seguir la evolución del bebé de menor peso, pero luego ella insistió en regresar a su hogar para estar con su otro niño de dos años.

Sudán del Sur. Nyakuoth con su familia. Nyakuoth posa con sus mellizos tras la visita a domicilio de una partera vinculada al centro de atención de la salud de Waat, atención posible merced a un programa que recibe financiamiento y asistencia técnica del CICR. CC BY-NC-ND/CICR/Judith Barasa

"El centro de salud me salvó la vida"

Ya de regreso, una partera practicó los exámenes posnatales a Nyakuoth y a los mellizos y le preguntó a la joven madre si antes de su segundo embarazo había oído hablar de los exámenes prenatales.

"Si", respondió Nyakuoth. "Se presentaron unas personas en la aldea y en los mercados recomendando que las embarazadas se vacunaran y se sometieran a estudios para asegurar que tanto ellas como sus bebés por nacer estuviesen en buenas condiciones".

La partera también le preguntó cómo se sintió cuando se enteró que esperaba mellizos. "Nerviosa", fue la respuesta.

Roda, partera al servicio del Departamento de Salud del Condado de Maiwut, dirige un curso de capacitación para comadronas tradicionales en Maiwut, Sudán del Sur. En ese centro, el CICR auspicia programas para embarazadas y madres primerizas, a fin de mejorar la salud de los recién nacidos.. CC BY-NC-ND/CICR/Antonia Lise Stokes

Por último, la partera preguntó a Nyakuoth por qué creía que había sido importante dar a luz en un centro de atención de salud. Las complicaciones por la hemorragia posterior al parto dieron pie a la respuesta obvia.

"La pérdida de sangre me hubiera costado la vida si no hubiese estado en un centro de salud, porque mi casa está lejos y hubiera demorado mucho en llegar hasta allí".

"Estoy agradecida al centro de salud en Waat. Me salvaron la vida a mí y a mis mellizos", agregó.

Dos madres sonríen durante una revisación en la clínica médica de Maiwut en Sudán del Sur. Las jóvenes madres puedan recibir atención pre y posparto gracias, en parte, a los programas financiados por el CICR.C. CC BY-NC-ND/CICR/Antonia Lise Stokes