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Venezuela: Recuperar el acceso al agua significa esperanza y tranquilidad para comunidades vulnerables en el estado Bolívar

Para las casi 2.400 personas de las comunidades de Pueblo de Dios y Sueño de Bolívar en la localidad de Core 8 -Estado Bolívar- caminar durante al menos 40 minutos en busca de agua era una tarea cotidiana. Ahora, tienen acceso al agua que necesitan en las 10 calles que conforman este sector afectado por la violencia armada. Hoy, día mundial del agua, recordamos a través del trabajo realizado en estas comunidades, la importancia de que todos tengan acceso a agua segura

Durante 2021, gracias al compromiso de la comunidad y el trabajo en conjunto, el CICR instaló un acueducto conectado a la red pública de la ciudad, en esta zona donde el viento levanta la tierra y el sol de mediodía hace que la ropa se pegue al cuerpo. Luego de analizar las condiciones del entorno y manteniendo siempre el enfoque en las personas y sus necesidades, se determinó que la mejor solución para estos sectores era instalar una toma en la entrada de cada vivienda, pues muchos de los habitantes no tienen un sistema de tuberías dentro de las casas. Para eso, los ingenieros del CICR trabajaron en una red que interconectó todas las tomas de agua, lo que significa que, si se daña alguna, las otras pueden seguir funcionando sin problema.

"Tener el agua nos ha ayudado muchísimo: antes teníamos que usar bombas para extraerla de un vertedero, a veces no llegaba y teníamos que comprarla por cisternas. Ahorita nos llega el chorro enorme y cada familia tiene su toma de agua en la entrada de la casa" señala con alegría, Marta Quiróz, vecina de la comunidad, quien además es la encargada del comedor comunitario del sector donde acuden 257 personas a diario para recibir una comida al día.

La instalación de este acueducto no solo ha hecho más fácil el día a día de la comunidad, sino que también ha mejorado las condiciones de salud. "El ambulatorio del sector tenía siete años sin agua", explica Claudio Díaz, líder de la comunidad, quien celebra que ahora que este centro de salud cuenta con agua todos los días, puede prestar el servicio de medicina general y odontología que estaban paralizados.

Antes de empezar el proyecto del CICR, los líderes de la comunidad hicieron una maqueta a escala del sector para identificar las casas y la extensión del terreno que contempla 10 calles, donde viven 2400 personas aproximadamente.</h2>

Otra de las vecinas, Damaris Hernández, lleva dos años reuniendo a voluntarios de la comunidad que van a su casa todos los jueves y viernes para hacer comida y repartir a las personas más vulnerables del sector y, aunque no son un comedor comunitario como el que está a cargo de Marta, esta iniciativa ayuda a 160 miembros de la zona, especialmente niños, niñas y personas con discapacidad. "Tener agua ha sido tremenda ayuda para nosotros. Antes cargábamos el agua desde otros sectores para poder hacer la sopa, era agotador; ahora no, y a los que estamos aquí haciendo esta labor social, nos ha ayudado a extenderle la mano a más personas", menciona Damaris, mientras pica los aliños y verduras para la sopa del mediodía.

Por su parte, para José Antonio, tener agua en su casa no solo le permite cubrir sus necesidades básicas, sino que también le ha ayudado a mejorar la forma en la que trabaja en su panadería, el negocio familiar que sustenta a su familia y con el que abastece a toda la comunidad. "La base de mi trabajo es el agua, tenerla ahora todos los días aquí mismo en la casa me ayuda a mantener las bandejas limpias, a tener más higiene y a hacer mejor el pan. Antes, el agua llegaba cuando Dios mandaba o la teníamos que comprar", señala.

Antes teníamos que usar bombas para extraer el agua de un vertedero, a veces no llegaba y teníamos que comprarla por cisternas. Ahorita nos llega el chorro enorme y cada familia tiene su toma de agua en la entrada de la casa

Marta Quiróz, Vecina de la comunidad

El CICR también ha trabajado en la rehabilitación y preservación de sistemas de suministro y abastecimiento de agua y otros servicios esenciales en otras comunidades afectadas por la violencia armada. Durante 2021:

• 1.500 personas fueron beneficiadas con el suministro mensual de aproximadamente 160.000 litros de agua en el terminal de autobuses de San Antonio, estado Táchira.
• 610.000 litros de agua fueron suministrados mensualmente por camiones cisternas a 10 centros de detención.
• 47 estructuras de salud, forense, penitenciarias y comunitarias, recibieron apoyo en mejoras a sus servicios esenciales en Distrito Capital y los estados Miranda, Aragua, Lara, Táchira, Zulia, Apure, Bolívar y Monagas.