Comunicado de prensa

Día Internacional de las Personas Desaparecidas 2024: el reto de una acción coordinada en América Latina

Una foto de una mujer sosteniendo un retrato está apoyada sobre una silla. A los pies de la silla, unas botas y elementos de trabajo como una pala y un machete.

Muchas estadísticas están por debajo del número de casos reales por el persistente subregistro de casos.

Algunos países siguen careciendo de un marco legal apropiado que reconozca explícitamente los derechos de las personas desaparecidas y sus familiares.

Ginebra (CICR). En este 30 de agosto, Día Internacional de las Personas Desaparecidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) destaca la magnitud del fenómeno de las desapariciones en el continente y la importancia de intensificar los esfuerzos de coordinación entre países e instituciones para mitigar una de las consecuencias humanitarias más dolorosas de la violencia en la región.

La desaparición de personas en la región es un fenómeno complejo agravado en situaciones de violencia y conflictos armados, movimientos de población y desastres naturales. Buscar, localizar e identificar a las personas desaparecidas, estén vivas o no, es responsabilidad de las autoridades a todos los niveles y de acuerdo con sus competencias, al igual que la atención integral a sus familiares. “Establecer políticas de Estado coordinadas y sostenibles que aborden las causas profundas de las desapariciones para prevenirlas y erradicarlas debe ser un compromiso político a largo plazo, sostenido a pesar de cambios de gobierno o instituciones”, afirma Marianne Pecassou, asesora regional de Protección del CICR.

A pesar de los avances de los últimos años, es necesario consolidar los logros ya alcanzados e invertir en recursos humanos, financieros y técnicos para fortalecer las instituciones encargadas de responder a esta emergencia humanitaria. La coordinación interestatal es imprescindible, especialmente si la desaparición tiene lugar en un lugar diferente al de origen de la persona desaparecida.

En este sentido, el CICR identifica claros desafíos en la región, como la insuficiente aplicación de parámetros legales efectivos que reconozcan explícitamente los derechos de las personas desaparecidas y sus familiares, lo que contribuye a la desprotección de las personas afectadas. La falta de ratificación de instrumentos internacionales y el significativo subregistro de casos son retos adicionales. Además, existen barreras de acceso a las instituciones responsables del registro de los casos, y, en muchos casos, las familias tienen temor a sufrir represalias cuando la desaparición está vinculada a situaciones de violencia armada.

Mejorar la coordinación entre los agentes involucrados en el proceso de búsqueda y asegurar un enfoque humanitario ayudaría a mitigar estos desafíos, situando a las personas afectadas en el centro del proceso de búsqueda. En el caso de la desaparición de migrantes, el CICR considera que debe abordarse de forma coordinada entre los países de origen, tránsito o destino, fortaleciendo ecosistemas para la gestión e intercambio de información y generando mecanismos de búsqueda e identificación.

En términos prácticos, el CICR recomienda a los Estados actuar para garantizar el acceso a mecanismos de información y protección, promover iniciativas de coordinación interinstitucional y transfronteriza, usar bases de datos centralizadas, desarrollar marcos legales efectivos y fortalecer capacidades institucionales y técnicas. También es importante evitar la estigmatización que afecta a las personas separadas y desaparecidas, así como a sus familiares.

Para ayudar a mitigar las consecuencias humanitarias de la desaparición de personas en la región, el CICR trabaja en coordinación con las autoridades nacionales y locales para construir políticas y mecanismos capaces de responder a este problema. También brinda apoyo a los familiares de las personas desaparecidas, fortaleciendo su capacidad para participar en el proceso de búsqueda y el desarrollo de políticas públicas.

Además, el CICR trabaja en cooperación con los sistemas forenses en favor de la adecuada gestión y trato digno de las personas fallecidas, promoviendo su derecho a ser identificadas y entregadas a sus familias. El CICR promueve la prevención de las desapariciones, y mantiene un diálogo confidencial con las autoridades sobre la protección de los lazos familiares, ofreciendo canales para restablecer el contacto entre familiares separados.


Algunas cifras específicas:

Brasil: según datos oficiales del Ministerio de Justicia y del Foro Brasileño de Seguridad Publica, en Brasil se registra una persona desaparecida cada seis minutos, lo que refleja un aumento del 3,2% con respecto a 2022, con una persistente diferencia entre personas desaparecidas y localizadas. El CICR sigue trabajando con las autoridades responsables de la política nacional de búsqueda de personas desaparecidas con el fin de apoyar la coordinación de las diversas iniciativas existentes. Se debe priorizar la creación una red nacional y coordinada de asistencia interdisciplinaria en el país, basada en los servicios públicos existentes, para asistir a los familiares de acuerdo con sus necesidades.

Colombia: a pesar de la firma del Acuerdo de Paz entre las antiguas FARC-EP y el Gobierno colombiano en 2016, los casos de desaparición en el país siguen siendo frecuentes, debido, entre otros factores, a los ocho conflictos armados no internacionales y otras situaciones de violencia que afectan a la población. El CICR documentó entre la entrada en vigor del Acuerdo de Paz (diciembre 2016) y el 31 de julio de 2024, 1.730 nuevos casos de desaparición. Aunque existe una estructura institucional robusta, la magnitud y complejidad del problema imponen retos para la búsqueda e identificación forense y la atención de las necesidades de las familias.

México y Centroamérica: según cifras oficiales de México, en el país hay más de 116.000 personas desaparecidas y no localizadas y han sido descubiertas más de 5.600 fosas ilegales. En paralelo, organizaciones civiles han reportado la existencia de 52.000 personas fallecidas no identificadas, cifra reconocida por las autoridades mexicanas. En América Central se desconoce con exactitud el número de personas que están desaparecidas, pues no existen registros centralizados y actualizados. Sin embargo, aunque fragmentada, la información pública y oficial existente muestra una realidad que la desaparición no es un fenómeno del pasado. Según datos de la Unidad de Desaparecidos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) de Honduras, de 2012 a 2022 se reportaron 9.838 personas desaparecidas. En Guatemala, el Ministerio de Gobernación informó que a diciembre de 2023 había 3.245 personas mayores de 18 años desaparecidas y al menos 45.000 personas desaparecieron durante el conflicto armado interno entre 1960 y 1996. En el Salvador entre 8.000 y 10.000 personas desaparecieron durante el conflicto armado interno entre 1980 y 1992 y más de 22.000 denuncias de personas desaparecidas se registraron entre 2014 y 2019, según datos de la Fiscalía General de la República. 

Perú: La cifra de personas desaparecidas del periodo de violencia 1980 – 2000 supera las 22.550, según datos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Existen dos sistemas complementarios para la búsqueda: las investigaciones penales que realiza el Ministerio Público y las investigaciones humanitarias a cargo de la Dirección General de Búsqueda del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. El CICR acompaña en este proceso a las familias y autoridades, promoviendo canales adecuados para el intercambio de información y mecanismos que fortalezcan un trabajo interinstitucional coordinado con el objetivo que se incremente el nivel de respuesta sobre el paradero de las personas desaparecidas.


 

Acerca del CICR

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) es una organización neutral, imparcial e independiente con un cometido exclusivamente humanitario establecido en los Convenios de Ginebra de 1949. Ayuda a personas afectadas por conflictos armados y por otras situaciones de violencia en todo el mundo, haciendo lo posible por proteger su vida y su dignidad, y por aliviar su sufrimiento, a menudo junto con sus socios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Para más información y gestión de entrevistas en español, inglés, francés y portugués:

Isabel Ortigosa Barbero (Ginebra): iortigosabarbero@icrc.org (41) 792173233
Ana Langner Leyva (México): olangnerleyva@icrc.org  (52) 55 37176427