Informe

El conflicto armado en Colombia: un dolor que no se va

Nos hubiera gustado iniciar el año 2021 diciendo que las consecuencias humanitarias del conflicto y la violencia armada disminuyeron en el país, pero sucedió lo contrario. Este es nuestro balance humanitario de 2020.

En Colombia seguimos hablando de la existencia de al menos cinco conflictos armados no internacionales, cuyos actores continúan afectando la dignidad y la vida de la población civil.

De acuerdo con nuestro análisis, las partes en estos conflictos son el Estado colombiano, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL), las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), además de las estructuras de las antiguas FARC-EP actualmente no acogidas al Acuerdo de Paz bajo un mando centralizado (Frentes 1, 7 y 40 - Comando Coordinador de Occidente).

La pandemia por COVID-19 hizo que las comunidades que viven en zonas afectadas por la violencia quedaran sumidas en un miedo aun mayor al que ya vivían, y no solo por la presencia de un virus que ha afectado a miles de familias, sino por lo que implica verse desprotegidas en medio de conflictos armados que parecieran empeorar a medida que pasan los meses.

Admiramos la resiliencia de las comunidades que viven en medio del conflicto y la violencia armada, porque, a pesar de afrontar una realidad difícil, no se rinden y trabajan por un futuro mejor.

LEER MÁS: COLOMBIA, AISLADA POR LA PANDEMIA Y EL CONFLICTO

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¿Volver a la normalidad?

Lorenzo Caraffi

  Lorenzo Caraffi
  Jefe de la Delegación del CICR en Colombia

Esta es la tercera vez que estoy en Colombia trabajando para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

En este primer mensaje, quiero transmitir la confianza que tengo en nuestro equipo de trabajadores humanitarios para responder de la manera más adecuada a las necesidades de las personas afectadas por el conflicto y la violencia armada.

 LEER: EDITORIAL JEFE DE DELEGACIÓN DEL CICR EN COLOMBIA

Nuestra participación en las 22 liberaciones de personas retenidas fue posible gracias al diálogo confidencial y bilateral que sostenemos con todos los actores armados en Colombia.

CICR

Mapa crítico de la situación humanitaria

En el contexto de la pandemia por COVID-19, se profundizaron las consecuencias humanitarias del conflicto armado y se agudizó la violencia contra la población civil en varias zonas de Colombia.

Ante esta realidad, nos preocupa especialmente el aumento de homicidios perpetrados contra individuos y grupos de personas protegidos por el derecho internacional humanitario (DIH) y otras normas humanitarias, así como el incremento de otras prácticas violentas que adoptaron los portadores de armas para ejercer el control social en los territorios.

LEER: MAPA CRÍTICO DE LA SITUACIÓN EN COLOMBIA

En 2020, nuestro trabajo benefició a 1.198.000 personas. Esto fue posible gracias al esfuerzo común con la Cruz Roja Colombiana y otros socios.

Juan Carlos Ortiz / CICR

Llamados a la acción del CICR para Colombia en 2021

Colombia vive una difícil realidad en la que miles de personas aún siguen viviendo en medio del conflicto armado y la violencia.

Por medio de estas recomendaciones le queremos enviar un mensaje a las autoridades estatales, los actores armados y la sociedad civil.  

LEER: LLAMADOS A LA ACCIÓN

Pandemia y violencia contra la Misión Médica

El año 2020 fue particularmente difícil para el personal de salud. No solo tuvo que enfrentarse a la emergencia que generó la pandemia por COVID-19, sino también a la intensificación de la violencia contra los trabajadores sanitarios por parte de la población civil y los actores armados. 

Ataques a la Misión Médica en Colombia

Leer más sobre los ataques a la Misión Médica

Jesús e Ismael Rodríguez buscan a su hermano Arnulfo, quien desapareció en 1996. No cuentan con fotos de su ser querido.

Laura Aguilera Jiménez / CICR

Tenemos 120.000 motivos para seguir buscando: las personas desaparecidas

En 2020, documentamos una desaparición cada tres días en Colombia. Desde la entrada en vigor del Acuerdo de Paz hasta el 31 de diciembre del año pasado, registramos 571 nuevas desapariciones relacionadas con el conflicto y la violencia armada.

Una cifra que, aunque resulta dolorosa, no refleja la dimensión de la tragedia, la cual sigue siendo perpetrada por todos los actores armados para atemorizar a la población civil. Probablemente la magnitud del fenómeno sea aún mayor.

 LEER: Colombia: 120.000 motivos para seguir buscando

En Norte de Santander entregamos radios alimentados con paneles solares para que las personas escuchen consejos útiles que les ayuden a identificar riesgos en zonas con artefactos explosivos.

Laura Aguilera Jiménez / CICR

Los artefactos explosivos, una amenaza silenciosa

En 2020, registramos 389 víctimas de artefactos explosivos, el número más alto de los últimos cuatro años.

La mayoría de las víctimas son civiles, principalmente población campesina, que cuando ocurrieron los accidentes realizaban labores cotidianas como cultivar, buscar agua, o transitar por las veredas. 

 CONOCE MÁS SOBRE LAS CIFRAS Y LA PROBLEMÁTICA

Las entregas que realizamos se adaptaron a las necesidades de las personas que viven en zonas de conflicto armado para ayudarles a aliviar los efectos de la pandemia.

Victor Miranda / CICR

Cárceles, migración y uso de la fuerza

La pandemia por COVID-19 agravó los retos en muchas temáticas, como por ejemplo, el manejo sanitario en el interior de las cárceles del país y las consecuencias humanitarias de la migración en zonas donde la violencia se vive de forma cotidiana.

Así mismo, puso en evidencia que se requiere un trabajo más fuerte en el uso de la fuerza, como por ejemplo en situaciones que no alcanzan el umbral de conflicto armado.

Cárceles, migración y uso de la fuerza