Tan importante como tener medicamentos y equipos médicos es tener agua disponible en los centros de salud para que el personal pueda cumplir con su labor en las condiciones de higiene requeridas. Durante el 2022, trabajamos junto a las autoridades y el personal de salud en la creación, rehabilitación y mantenimiento del sistema de agua (tanto de suministro como de almacenamiento) para que las personas heridas y politraumatizadas por causa de la violencia, así como otros pacientes, puedan ser atendidos en condiciones dignas desde el momento en que ingresan hasta que son dados de alta.
El Centro de Diagnóstico Integral (CDI) Ludovico Silva de El Cementerio, los consultorios populares de Petare Norte y la Cota 905, el Hospital Domingo Luciani (todos en Caracas), el Hospital Juan German Roscio (El Callao) y los centros de atención primaria en Puerto Páez y La Victoria (Apure) y Boca de Grita (Táchira), son algunos donde ahora cuentan con este importante recurso y donde el personal está capacitado para usarlo.
En comunidades remotas del interior del país y también en las zonas más vulnerables de la capital, las personas se ven afectadas por la violencia armada día tras día, situación que se agrava cuando el acceso a servicios básicos es escaso y la posibilidad de pagar agua por camiones cisterna no es viable por razones económicas y de seguridad. En algunos casos, el problema existente son los botes de agua ocasionados por tuberías rotas, cuya reparación es imposible de costear por la comunidad. Para ayudar a estas personas, hemos rehabilitado los sistemas de suministro y almacenamiento de agua en comunidades como Tumeremo y El Callao en Bolívar, lo cual ha significado un alivio para aproximadamente 3.600 personas que viven allí y que, en muchas oportunidades, necesitan agua para trabajar, responder ante alguna emergencia de salud y por supuesto, para uso doméstico.
En Venezuela trabajamos en los centros penitenciarios para que las personas privadas de libertad reciban un trato digno y vivan en condiciones adecuadas. Esto incluye, sin duda, que tengan acceso a servicios esenciales como el agua. Durante el 2022 apoyamos a 3 centros penitenciarios en Lara y en Bolívar, con el mantenimiento de estos servicios esenciales, el suministro periódico de agua por cisternas y la creación de un sistema de captación de agua de lluvia que les permite cubrir en gran medida sus necesidades más urgentes y estar en mejores condiciones.
Tener acceso a agua es una necesidad constante para el ser humano, pero en situaciones de emergencia esa necesidad es aún más apremiante. Durante el 2022, realizamos capacitaciones técnicas junto al voluntariado de la Sociedad Nacional de la Cruz Roja Venezolana en diferentes partes del país, a fin de fortalecer su respuesta para extraer, purificar y suministrar agua (proveniente de fuentes naturales) a las personas, durante situaciones como desastres naturales y otras emergencias.
El derecho a ser tratado con respeto y dignidad no desaparece con la muerte, por eso, en el CICR trabajamos para que las personas fallecidas puedan ser tratadas adecuadamente, entre otras cosas, esto incluye que los centros forenses tengan las condiciones óptimas de acceso y almacenamiento de agua que permitan la trazabilidad, identificación y entrega digna de los cadáveres. En el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (SENAMECF) de Bello Monte (Caracas), Guasdualito (Apure), Maracay (Aragua), Los Teques (Miranda), San Fernando (Apure) y Tumeremo (Bolívar), hemos trabajado junto a las autoridades y el personal forense para mejorar las condiciones de este servicio y que las familias puedan dar el último adiós a sus familiares de la manera más humana posible.
En muchas zonas del país, la violencia armada afecta el desenvolvimiento normal de las actividades escolares. Entre otras consecuencias, hay escuelas cuya estructura se ve afectada por los disparos, por lo que docentes y estudiantes no pueden movilizarse para acudir a las aulas. A esta realidad se suma la falta de servicios básicos como el agua que vulnera el acceso a la educación. Para ayudar a docentes y estudiantes a estar en lugares seguros para el aprendizaje, en el 2022, apoyamos la rehabilitación de la infraestructura y especialmente el acceso a los sistemas de servicios básicos como el agua en escuelas como Guillermina Rickel del 24 de Marzo en Petare, El Colegio Sucre en La Cota 905, La escuela La Macanilla Capanaparo en Apure, La Escuela Técnica Agropecuaria de El Nula en Táchira y otras zonas.
El Día Mundial del Agua es una oportunidad de recordar que las dificultades para acceder a este recurso recrudecen, de múltiples maneras, las condiciones de vida de quienes habitan en zonas afectadas por la violencia armada. A una escala individual y familiar, afecta la salud, la alimentación, la forma en la que se generan ingresos económicos (ya que muchos emplean el agua para trabajar), y a una escala general, en los centros de detención, forenses y de salud, afecta a las personas detenidas, heridas, enfermas y fallecidas, así como al personal que en ellos labora.
Estos son algunos ejemplos de las 35 estructuras que hemos rehabilitado y mejorado en zonas de Caracas y los estados Aragua, Miranda, Táchira, Apure, Zulia y Bolívar, durante todo el 2022, con las que se beneficiaron aproximadamente 38.000 personas.
Nuestro trabajo, en el área de agua y saneamiento, no solo incluye la mejora de los sistemas de abastecimiento y almacenamiento de agua, sino también el apoyo a los técnicos locales para desarrollar sus capacidades de operar y mantener los sistemas rehabilitados, con una perspectiva consciente con el planeta y el buen uso de los recursos naturales. En el 2023, nuestros esfuerzos se enfocarán en fortalecer la resiliencia de los sistemas de servicios críticos, como agua y electricidad, así como de las comunidades, asegurando que nuestras intervenciones tengan un impacto humanitario sostenible, respondiendo tambien a las necesidades a largo plazo de las poblaciones afectadas.