Sudán del Sur: niños secuestrados se reúnen con sus padres tras estar separados durante más de un año
"Cuando se llevaron a nuestros hijos, se llevaron nuestros corazones."
El 28 de agosto de 2016, Emmanuel (4), Monika (6) y Victor (12) fueron secuestrados en su aldea, en Sudán del Sur. "Se los llevaron cerca de las siete de la tarde. A esa hora solemos sentarnos alrededor del fuego. En un momento, escuchamos a un vecino gritar '¡Mis hijos, mis hijos!', y de repente alguien entró y comenzó a golpear a mi marido. Emmanuel lloraba y decía 'baba, baba'. Fue entonces cuando el hombre que había entrado lo vio, lo tomó y escapó corriendo", explica Rosa, la madre de Emmanuel.CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
En algunos minutos, estos padres volverán a ver a sus hijos por primera vez en un año y medio. Rosa y Lawrence (izquierda) verán a su hijo, Emmanuel. Frederiko verá a sus dos hijos, Monika y Victor. "Agradecemos a Dios que nuestros hijos puedan volver. Nunca creímos que sucedería."CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
Estas familias pudieron reunirse gracias a la asistencia del CICR. El CICR ayuda a las familias separadas por conflictos y otras situaciones de violencia a restablecer el contacto con sus seres queridos. Registra los datos de los familiares y busca a los integrantes desaparecidos, dentro o fuera del país. El CICR siempre se asegura de que los miembros de las familias quieran restablecer el contacto y que esa reunión sea por el bien de todos.CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
Monika (6) y Victor (12) perdieron a su madre mientras estuvieron secuestrados. "Después de que se llevaron a los niños, la esposa de Frederiko lloraba constantemente. Estaba muy preocupada porque además estaba embarazada. No dormía ni comía, y había adelgazado mucho. Quedó tan débil que no pudo superar el parto y murió junto con su bebé", relata Rosa.CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
Frederiko debería tener siete hijos, pero solo le quedan cinco. "Cuando mi esposa murió, quedé con la responsabilidad adicional de cuidar al resto de la familia. Cuando supe que habían encontrado a mis hijos, muchos recuerdos volvieron a mi mente. No creí que estuvieran con vida. Ahora que regresaron, siento que me llenaron de alegría."CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
Los padres esperan en la oficina del CICR en Yuba mientras un helicóptero del CICR trae a sus hijos desde otro lugar del país.CC BY-NC-ND / CICR / Celine Croon
"Recuerdo que cuando llegaba a casa, Emmanuel me recibía. Me decía "Llegó mamá." Desde que no está, nadie me recibe. Yo solía darle pequeños regalos. Creo que va a recordarnos. Va a reconocer a su padre y a mí."CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
"Estoy muy feliz de poder ver a mis hijos."CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
Padre e hijo finalmente se abrazan.CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
"En los casos más vulnerables, sobre todo cuando se trata de niños, el CICR organiza reuniones de familias dispersas. Los familiares expresan la alegría que sienten al reencontrarse con sus seres queridos, después de la angustia que sufrieron por desconocer su paradero. A menudo me cuentan sobre cómo la reunión con los familiares trajo paz a sus corazones", señala Celine Croon, coordinadora de los servicios de Restablecimiento del contacto entre familiares del CICR en Sudán del Sur.CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
Emmanuel, Monika y Victor fueron secuestrados junto con muchos otros niños de la misma aldea. En diciembre, desaparecieron un niño y una niña. En 2017, el CICR en Sudán del Sur recibió 231 nuevos casos de niños que necesitan encontrar a sus padres y un total de 1.264 nuevos pedidos de familiares que quieren encontrar a sus seres queridos.CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
Cuando los niños son demasiado pequeños o los padres o tutores no saben leer ni escribir, el CICR utiliza las huellas dactilares en los documentos que certifican la reunión con sus familiares.CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
"Tengo cinco hijos. Uno de ellos nació poco antes de que secuestraran a Emmanuel. Se llama Jacob, tiene dos años, y cuando esta mañana me fui de la aldea para ir a buscar a Emmanuel, me dijo: "Mamá, trae de regreso a mi hermano."CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt
